3.04.11

Debate con lefebvrianos en el 2002

A las 12:06 PM, por Luis Fernando
Categorías : Anti-magisterio, Actualidad, Benedicto XVI

 

Dado que llevo unos domingos recuperando en este blog algunos de mis debates pasados con protestantes, algunos se preguntarán a qué viene que meta en esta serie un debate con lefebvrianos -o lefebvristas-. ¿Acaso pienso que Lefebvre y sus seguidores son protestantes? ¿Tiene esto algo que ver con la serie de artículos del P. Iraburu sobre el lefebvrismo y el filolefebvrismo? Pues sí y no, no y sí.

Cuando el P. Iraburu se lanzó a la arena para hacerle una faena al morlaco del lefebvrismo, apareció un manada entera de toros salvajes dispuestos a derribarle, patearle y cornearle. En foros y blogs le han llamado rata, loco, traidor, modernista, neocón, etc. Han llegado a crear un grupo de facebook pidiendo que le corten las manos para que no escriba más. Yo mismo he recibido emails insultándole, vejándole, ridiculizándole. Vamos, que los ataques que suelo recibir por parte de los progres y heterodoxos son un chiste comparado con lo que ha tenido que sufrir el sacerdote navarro por haber cometido la osadía de dar su opinión sobre el lefebvrismo y sus derivados.

Uno de los emails que recibí decía que en realidad yo no podía estar de acuerdo con el P. Iraburu, pero no me quedaba más remedio que aceptar sus artículos. Entonces me vino a la memoria el debate que hoy traigo al blog. Nótese que el mismo tuvo lugar en marzo del año 2002, o sea, antes de que Benedicto XVI levantara la excomunión a los obispos ordenados por Mons. Lefebvre. Por tanto, no puede haber en el mismo juicio de valor alguno por mi parte sobre esa decisión papal. Si se me pregunta por mi opinión, diré que me parece una medida muy adecuada para intentar salvar a lo mejor del lefebvrismo. Está por ver que se logre lo que el Papa quiere, pero creo que eso ya no depende de él sino de los propios lefebvrianos.

 

La razón primaria de este debate fue que, casualidades de la vida, alguien me acusó de ser filo-lefebvriano. Y claro, no me hizo gracia. En esta ocasión mantengo los nicks porque no siguen en activo en el foro original:

Ermitaño:
Le cae muy bien Lefebvre

Luis Fernando:
¡Qué listo eres, majete!
Mira, soy uno de los moderadores de una lista de correo con más de 2500 miembros en la que hay varios lefebvristas con quienes estoy debatiendo. Van a ver todos lo bien que me cae Marcel Lefebvre.
Ahí va parte del debate

Ricardo:
- Lo único que te pido es que seamos un poquito más precisos en las palabras. Cuando uno señala que alguien está equivocado, no es ni ser más bruto, ni ser más amargo, ni ser mal educado, al contrario es un acto de caridad.

Luis:
Me parece muy bien que seamos más precisos en las palabras. Pero más preciso no puedo ser. El cisma es la peor de las herejías porque atenta contra uno de los elementos más esenciales de la Iglesia: su unidad.

A día de hoy creo que el lefebvrismo es una especie de donatismo surgido a finales del siglo XX. Si usted quiere que entremos a analizar las similitudes entre el espíritu donatista y el lefebvrismo, con mucho gusto las expondré.

Ricardo:
2) Nadie me ha desmentido que incluso hasta un alumno de la Gregoriana demostró que en el Derecho Canónico se contempla que si una persona siente (digo siente, pues el Derecho Canónico no exige que se demuestre el estado de necesidad), no cae en pena de excomunión como lo fue el caso de Monseñor Lefebvre, tanto es así que el Cardenal Ratzinger aceptó esta tesis. Luego no se puede levantar una excomunión que no existió.

Luis:
Bueno, pues ha llegado la hora de desmentirle esa interpretación falsa del Derecho Canónico que Ratzigner NO HA ACEPTADO SINO TODO LO CONTRARIO.

Vamos al Código de Derecho Canónico (CDC). Primero, definición de cisma:

Can 751 Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos.

[nota mía para este foro: Ermitaño ha rechazado públicamente en este foro el dogma de la infalibilidad papal, así que desde el punto de vista de la legalidad católica es un hereje. Ya sé que a él y a muchos de sus palmeros ese hecho les tiene sin cuidado, pero quede constancia de que cuando digo que no es católico es porque no lo es]

Aclaremos que cuando habla de sujeción al Sumo Pontífice, no se establecen grados de sujeción. No vale decir “yo me sujeto al Papa en todo menos en este asunto". No se puede decir que se está sujeto al Papa al mismo tiempo que se le desobedece flagrantemente. Es evidente que Marcel Lefebvre rechazó sujetarse al Sumo Pontífice al desobedecerle en una materia de especial gravedad. Tal actitud provocó su excomunión y, por tanto, pasó a ser un cismático más entre los muchos que ha habido a lo largo de la Historia. Los lefebvristas suelen apelar a los siguientes cánones para justificar la actitud de Lefebvre:

Can 1323
No queda sujeto a ninguna pena quien, cuando infringió una ley o precepto:

4º. actuó coaccionado por miedo grave, aunque lo fuera sólo relativamente, o por necesidad o para evitar un grave perjuicio, a no ser que el acto fuera intrínsecamente malo o redundase en daño de las almas;

Y

Can 1324 P1
El infractor no queda eximido de la pena, pero se debe atenuar la pena establecida en la ley o en el precepto, o emplear una penitencia en su lugar, cuando el delito ha sido cometido:

5º. por quien actuó coaccionado por miedo grave, aunque lo fuera sólo relativamente, o por necesidad o para evitar un perjuicio grave, si el delito es intrínsecamente malo o redunda en daño de las almas;

Bien, Marcel Lefebvre alegó en su defensa que su actuación se ajustaba a esas excepciones del CDC. Ahora bien, la pregunta que cabe hacer es la siguiente: ¿Quién interpreta el CDC? La respuesta está en el Art 16:

Interpretan auténticamente las leyes el legislador y aquel a quien éste hubiere encomendado la potestad de interpretarlas auténticamente.

¿Quién es el legislador supremo en la Iglesia Católica? ¿quién tiene toda la autoridad?
El Vicario de Cristo. A él corresponde la correcta interpretación de cualquier ley canónica. A él o a quien él haya designado para tal tarea.

Seguro que Marcel Lefebvre no estaba de acuerdo con la interpretación que hizo Juan Pablo II de los artículos 1323 y 1324, pero era Juan Pablo II, y no Lefebvre, quien tenía la última palabra sobre ese asunto. En cualquier país, cuando el Tribunal Supremo, resueltas todas las apelaciones previas, dicta sentencia, la misma es inapelable. Pues bien, siguiendo lo dicho por San Agustín: Roma locuta, causa fina est. Roma habló sobre Lefevbre, el caso está cerrado.

Ricardo:
3) En cuanto a la petición del Papa a Lefebvre, es cierta, pero lo que no dices es que Lefebvre debía claudicar, en cuanto al falso ecumenismo, y en cuanto a la Nueva Misa inventada por Monseñor Bugnini que es a todas luces protestante, debía Lefebvre silenciarse, cuando su conciencia le dictaba que el silencio significaba complicidad con el error. Por un lado se suplicaba que no consagrara obispos y por otro que aceptara todos los errores u horrores modernistas y protestantes. Por lo tanto creo que Lefebvre se portó a la altura de un Santo.
 

Luis:
Yo he sido protestante y sólo puedo decir dos cosas:
- El que dice que el Novus Ordo es protestante no tiene ni idea de cómo son los cultos protestantes.
- El que dice que el Novus Ordo es intrínsicamente malo cae bajo el anatema del Concilio de Trento en el canon VII sobre el Sacrificio de la Misa, que dice así:

CAN. VII. Si alguno dijere, que las ceremonias, vestiduras y signos externos, que usa la Iglesia católica en la celebración de las Misas, son más bien incentivos de impiedad, que obsequios de piedad; sea excomulgado.

Lefebvre, dice Ricardo Arratia, se portó a la altura de un santo. Siento decir que mi opinión es que se portó a la altura de un Lutero, nada más que cambiando el Sola Scriptura del monje agustino por su Sola Traditio. De la misma forma que Lutero pretendió juzgar a la Iglesia y su doctrina apelando sólo a las Escrituras, de las cuales se constituía como libre interpretador, Marcel Lefebvre y sus seguidores pretenden juzgar a la Iglesia apelando a la Tradición, de la que se consideran los verdaderos intérpretes. El espíritu de rebeldía hacia la autoridad del Sumo Pontífice y el último Concilio Ecuménico de la Iglesia entre los lefebvristas es el mismo que anidó en el alma de Lutero, de Calvino y de todos aquellos que a lo largo de 20 siglos se han rebelado contra aquella que es la columna y baluarte de la verdad (1 Tim 3,15).

Ricardo:
5) Tu bien sabes que hasta he recibido insultos de muy grueso calibre, por parte de los supuestos “educados” y “obedientes” miembros de esta lista y me dices que debo usar el manual de Carreño por decir a alguien que está en el error. Es casi un acto de buen humor suyo.

Luis:
Por mi parte, intentaré no pasar un solo insulto dirigido a su persona. El que quiera debatir con usted, que lo haga desde el debate de las ideas no a través de las alusiones personales.

Pax tecum

Adry:
Luis, claro, por supuesto y desde luego que el gran Moseñor Marcel Lefebvre murió Católico. Mira te invito a que leas bien, para que puedas estar bien informado de las cosas y puedas ofrecer opiniones acertadas. No crees mas cizaña.

Tú eras protestaste verdad? a que secta pertenecías?, siento que todavía te quedó cierto sentimiento protestante.

 

Luis:
Adry, sí fui protestante de tendencia arminiana. Sé muy bien lo que es estar fuera de la Iglesia Católica. Por eso mismo no tengo la menor intención de plegarme ante quienes diciendo que son católicos no aceptan la validez de la misa celebrada cada día por el Papa y por el 99.9% de los católicos de rito latino del mundo y además van llamado apóstata y hereje al actual Vicario de Cristo. Ni tengo la menor intención de aceptar que una acto de rebeldía a la autoridad del Papa y un concilio ecuménico sea excusado y tapado en nombre de una Tradición que rechaza de plano dicha rebeldía al Vicario de Cristo y a los concilios de la Iglesia. Conozco también los problemas por los que pasa la Iglesia desde el último concilio. Tengo mi propia opinión sobre el revuelo post-conciliar y la evolución actual de las cosas. Pero sobre todo tengo fe en la obra de Dios en la Iglesia. Sé que más de un concilio ecuménico ha sido acompañado de una etapa de conflictos internos hasta que la polvareda levantada por las decisiones conciliares se ha levantado dejando ver de nuevo con claridad. Eso de separarse de la Iglesia para salvar a la Iglesia es un viejo camino de perdición por el que ya han transitado muchos desde hace siglos. No admito que los que no están en plena comunión con el Papa nos den clase de catolicismo a los que sí lo estamos. Así de simple, así de sencillo.

Adry:
Luis de nuevo lo invito a que lea bien, el texto dice: No se apartó de la doctrina, los sacramentos ni del dogma. Tú lo niegas, entonces dime, cómo faltó Mons.Lefebvre a la doctrina? a los sacramentos? al Dogma? Enseñó otro catecismo? los sacramentos los daba en que forma? no confundas las cosas ni confundas a la gente.

Luis:
Y yo le invito a que lea de nuevo mi respuesta:
Desobedeció al Papa al ordenar obispos sin su consentimiento. Si usted cree que desobedecer al Papa en un tema tan grave como ese no es oponerse a la doctrina católica, pues allá usted.

Adry:
El único “pecado” (desobedecer al Papa) fué EL NO ACEPTAR LA MISA NUEVA

Luis:
¿Y quién era Marcel Lefebvre para no aceptar la Misa Nueva? ¿quién? ¿tenía él más autoridad que el Papa que promulgó el Novus Ordo? ¿Acaso Ottaviani y Bacci, que no estaban precisamente contentos con el Novus Ordo, siguieron el camino del cisma desobedeciendo al Papa? Hay mil formas de luchar por la preservación de la Tradición en la Iglesia si uno piensa que dicha Tradición está en peligro, pero ninguna de esas formas puede consistir en rebelarse abiertamente contra el Vicario de Cristo y todo un Concilio Ecuménico. De hecho, hay MUCHOS tradicionalistas (p.e la Fraternidad de San Pedro) que hoy celebran la misa tridentina y que están en total comunión con el Papa

Adry:
SI NO SEGUIR OFICIANDO LA MISA TRIDENTINA

Luis:
No se le excomulgó por hacer tal cosa. Le recuerdo las palabras de Juan Pablo II, Vicario de Cristo, en las que explica la razón de la excomunión de Lefebvre:

Ese acto ha sido en sí mismo una desobediencia al Romano Pontífice en materia gravísima y de capital importancia para la unidad de la Iglesia, como es la ordenación de obispos, por medio de la cual se mantiene sacramentalmente la sucesión apostólica. Por ello, esa desobediencia - que lleva consigo un verdadero rechazo del Primado romano - constituye un acto cismático.

¿Usted ve por algún lado que se le excomulge por celebrar la Misa Tridentina? Es más, ¿sabe de alguien a quien se haya excomulgado por celebrar esa Misa?

Adry:
EL SEGUIR VISTIENDO SOTANA,

Luis:
Vaya, ahora resulta que a mis queridos sacerdotes de Escolapios les podían haber excomulgado por haber seguido usando sotana. Y yo sin enterarme…..

Adry:
EL SEGUIR ENSEÑANDO EL CATECISMO DE PÍO X

Luis:
Dudo mucho, muchísimo, que en ese catecismo se enseñe que el desobedecer al Papa ordenando obispos sin su permiso sea correcto. Es más, le recuerdo lo que dijo Pío X y que describe muy bien lo que ocurre con los tradicionalistas cismáticos:

“No permitáis que vosotros mismos seáis engañados por las taimadas declaraciones de aquellos que persistentemente claman que desean estar con la Iglesia, amar a la Iglesia, luchar para que la gente no salga de ella… sino juzgarlo por sus obras. Si ellos desprecian a los pastores de la Iglesia e incluso el Papa, si intentan por todos los medios evadir su autoridad para eludir sus directivas y juicios… entonces, ¿de qué Iglesia hablan esos hombres? Ciertamente no de la establecida sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, con Jesucristo mismo como la piedra angular” (Ef 2,20)

¿Qué le parece? Según esas palabras de Pío X, ¿en qué lugar queda una persona que dice que le importa un comino la carta apostólica Ecclesia Dei de Juan Pablo II? ¿en qué lugar queda alguien como Lefebvre que, reclamando estar con la Iglesia, amar a la Iglesia, defender a la Iglesia, resulta que evadió la autoridad, las directivas y los juicios del Papa legítimo?

Adry:
EL SEGUIR FORMANDO SACERDOTES CON LA MISMA ENSEÑANZA QUE A EL LO ENSEÑARON.

Luis:
¿Ah sí? ¿y a él le enseñaron que alguien puede ordenar obispos en contra de la voluntad de un Papa? ¿eso es lo que él enseñaba a sus sacerdotes?

Adry:
EN DAR LA COMUNIÓN DE RODILLAS Y EN LA BOCA.

Luis:
O sea, como la dan los sacerdotes del Opus cada vez que se visita Torreciudad. Y no son cismáticos, se lo aseguro.

Adry:
EN NO DERRUMBAR EL TABERNÁCULO DE LAS IGLESIAS, EN MANTENER EL RESPETO EN LOS TEMPLOS, EN NO ACEPTAR EL MODERNISMO NI EL LIBERTINAJE.

Luis:
Pues en mi parroquia y en todas las que he visitado de mi diócesis se mantiene el respeto y no se acepta ningún libertinaje.

Adry:
¿Esto es desobediencia?

Luis:
No, eso no. Lo que es desobediencia es ordenar obispos y presbíteros en contra de la voluntad expresa del Papa. Así de simple, así de sencillo.

Adry:
Gracias a esta “desobediencia” Bendito Dios, todavía contamos con la Misa Tridentina (Tradicional) ¡¡ gracias a esa desobediencia!! El gran Mons.Lefebvre la ¡ Salvó !

Luis:
No se salva nada separándose de la Iglesia. Esa es la gran mentira de Satanás que sirvió para engañar a millones de almas a lo largo de 20 siglos. Es la gran mentira de la Reforma protestante y es la gran mentira de Lefebvre y sus seguidores. La Misa Tridentina se salva permaneciendo en comunión con el Papa y, desde ese estado, haciendo todo lo posible para que se conserve. No se puede salvar la Tradición católica arrancando el corazón de la Tradición católica que es la comunión con el Obispo de Roma, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo.

Adry:
Sigo en la misma postura, tú todavía traes muchos pensamientos de tu religión anterior protestante.

Luis:
Eso sí que me hace gracia. ¿Me puedes decir un solo pensamiento de la religión protestante entre todas las cosas que te he dicho?
Uno solo, por favor.

Ubi Petrus, Ibi Ecclesia
Ubi Ecclesia, Ibi Christus

Extra ecclesiam, nulla salus

Pues bien, 9 años después he de decir que probablemente me quedé corto. En otras ocasiones he llegado a opinar que la Iglesia dio un trato injusto al lefebvrismo, sobre todo si lo comparamos con la forma en que se ha tratado a sacerdotes, religiosos y teólogos heterodoxos. Ciertamente no han incurrido todavía en las herejías de la Reforma y de hecho son aun más católicos que la totalidad de los heterodoxos progres que abundan en la Iglesia. Pero tras leer el último post del P. Iraburu sobre el lefebvrismo, donde aparecen recogidas todas las barbaridades que dijo Mons. Lefebvre sobre la Iglesia, no puedo por menos que comparar las palabras de ese obispo cismático con las que soltaron los reformadores protestantes. Ellos, como Lefebvre, acusaron a Roma de apostasía. Ellos, como Lefebvre, llamaron bastarda a la Misa que celebran el Papa y los obispos. Ellos, como Lefebvre, se erigieron en jueces de la Iglesia en vez de aceptar que la Iglesia fuera quien juzgara sus acciones y doctrinas.

De hecho, no se nos olvide que el mismísimo Papa Benedicto XVI ha reconocido que lo que hoy separa a la FSSPX del resto de la Iglesia Católica son precisamente cuestiones doctrinales. Las últimas noticias indican que no se han producido avances en el diálogo entre teólogos lefebvrianos y los teólogos designados por el Papa para tratar con ellos. Ojalá la cosa cambie. Ojalá se pueda producir la reconciliación plena del lefebvrismo, o una parte muy importante del mismo, con la Iglesia. Pero para ello deberá de arrepentirse de sus errores, de su orgullo espiritual, de su prepotencia mesiánica. Deberá arrancar de cuajo de su seno la raíz cismática que ha conformado su naturaleza y su actuación. Dios lo quiera. Dios lo haga.

Luis Fernando Pérez Bustamante