Visita las Fosas Ardeatinas y llama al nazismo "el mal más horrendo"

Benedicto XVI pide que se suspenda el uso de las armas en Libia

Imploró la paz "lo más pronto posible" para el país y todo el norte de África

Redacción, 27 de marzo de 2011 a las 12:50

 

El papa Benedicto XVI hizo hoy un llamamiento a los "organismos internacionales" y "a todos los que tienen responsabilidad política y militar" en la situación de Libia para un "inmediato diálogo que suspenda el uso de las armas". El pontífice expresó durante el ángelus su "temor" por la "seguridad e integridad" de los libios e hizo un llamamiento a las partes para que recurran a la "acción diplomática" para alcanzar "una solución pacífica y duradera".

"Ante las noticias cada vez más dramáticas que provienen de Libia, aumenta mi preocupación por la integridad y seguridad de los ciudadanos, así como por la evolución de la situación, actualmente marcada por el uso de las armas", dijo el Obispo de Roma ante varias decenas de miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro al rezo del ángelus.

Benedicto XVI agregó que en los momentos de mayor tensión "es más urgente la necesidad de recurrir a todos los medios de los que dispone la acción diplomática y de apoyar las más débiles señales de apertura y reconciliación entre todas las partes implicadas, en la búsqueda de una solución pacífica y duradera".

"En esta perspectiva, mientras rezo a Dios por un retorno a la concordia en Libia y en toda la región norteafricana, hago un fuerte llamamiento a los organismos internacionales y a todos los que tienen responsabilidad política y militar para el inmediato comienzo de un diálogo que suspenda el uso de las armas", afirmó.

Benedicto XVI ya ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por Libia. El pasado día 20 hizo un llamamiento para que garantizara la integridad y la seguridad de toda la población civil y se permitiera el acceso al auxilio humanitario.

El Pontífice expresó su cercanía a la población libia, imploró la paz "lo más pronto posible" para el país y todo el norte de África y reconoció que esa situación le causa "ansiedad y temores".

Por la mañana, el papa Benedicto XVI visitó hoy las Fosas Ardeatinas, una mina abandonada al sur de Roma donde los nazis fusilaron en 1944 a 335 romanos, un gran número de ellos judíos, y calificó al nazismo como el "mal más horrendo".

Acompañado del rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, y del cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, de 86 años, hijo del coronel partisano Giuseppe Cordero Lanza di Montezemolo, uno de los fusilados en ese lugar, Benedicto XVI dijo que lo ocurrido en las Fosas Ardeatinas es "una gravísima ofensa a Dios".

"Lo que aquí sucedió el 24 de marzo de 1944 es una gravísima ofensa a Dios, porque es una violencia intencionada del hombre contra el hombre. Es el efecto más execrable de la guerra, de cualquier guerra, mientras Dios es verdad y vida, paz y unidad", afirmó el Pontífice.

El Papa alemán agregó que había venido a este lugar donde los nazis perpetraron unas de las mayores matanzas en Italia para que no se olvide lo ocurrido e invocar la Misericordia Divina, "que es la única que puede colmar los vacíos, los abismos abiertos por los hombres cuando empujados por la violencia ciega reniegan de la dignidad de hijos de Dios y hermanos entre ellos".

Recordó que las Fosas Ardeatinas se encuentran muy cerca de las catacumbas romanas y afirmó que en ese "lugar de violencia y de muerte" se encontró un papel donde uno de los fusilados invocaba a Dios que protegiera a los judíos "de las bárbaras persecuciones".

El Obispo de Roma aseguró que "Dios es la segura garantía de la esperanza, la posibilidad de un futuro diferente, libre de odio y de venganza, un futuro de libertad para todo el mundo".

Benedicto XVI exhortó a decir sí al bien y rechazar el mal, a creer en el Dios del amor y de la vida.

"En este lugar, doloroso memorial de mal más horrendo, la auténtica respuesta es darse la mano como hermanos y decir Padre nuestro, creemos en Ti y con la fuerza de tu amor queremos caminar juntos, en paz, en Roma, Italia, Europa y en el mundo entero".

Benedicto XVI comenzó su visita saludando a los familiares de las víctimas. Después colocó un gran cesto de flores ante la lápida que recuerda la matanza, recorrió las grutas de las Fosas Ardeatinas y rezó de rodillas ante las tumbas de las 335 víctimas.

El Papa rezó por los "hermanos asesinados sin piedad". Su plegaria estuvo precedida de otra en hebreo por el rabino jefe de Roma.

Ratzinger es el tercer papa que visita las Fosas Ardeatinas, tras Pablo VI, que lo hizo en 1965, y Juan Pablo II, en 1982.

El Pontífice alemán -que fue enrolado a la fuerza cuando era un seminarista de 16 años en el cuerpo de los auxiliares para la defensa aérea, como ocurría en aquella época a todos los jóvenes alemanes, y nunca perteneció a las Juventudes Hitlerianas- siempre ha condenado el nazismo, al que denomina "ideología demoniaca".

Durante su visita en 2009 al Memorial del Holocausto "Yad Vashem", en Jerusalén, abogó para que "nunca más un horror similar pueda deshonrar a la humanidad".

En 2006 visitó los campos de concentración nazi de Auschwitz y Birkenau, en Polonia, donde se presentó como "hijo del pueblo alemán" y pronunció una frase que quedará para la historia: "¿Dónde estaba Dios en aquellos días, por qué calló, cómo pudo tolerar ese exceso de destrucción, ese triunfo del mal?".

La matanza de la Fosas Ardeatinas ocurrió el 24 de marzo de 1944 cuando 335 italianos -en su mayoría presos políticos recluidos en la cárcel romana de Regina Coeli y 75 judíos escogidos al azar- fueron fusilados por los nazis en represalia por la muerte de 33 soldados alemanes ocurrida un día antes en una calle de Roma, en un atentado partisano en la romana Via Rasella, sede de la Gestapo.

Los fusilamientos se ejecutaron en las Fosas Ardeatinas, a 14 kilómetros al sur de Roma.

La ejecución fue dirigida por el teniente coronel Herbert Kappler, jefe de la Gestapo en Roma durante la ocupación, y en la misma participaron el capitán de las SS Erich Priebke y el mayor Karl Hass.

Priebke, que actualmente tiene 98 años, fue localizado en 1984 en Bariloche (Argentina). Tras ser detenido y extraditado a Italia, fue condenado a cadena perpetua, que cumple actualmente bajo arresto domiciliario en Roma.

Hass también fue condenado a cadena perpetua y falleció en Roma en 2004 a los 92 años.(RD/Agencias)