Obligan a los aviones y misiles aliados a provocar una masacre entre la población civil

Las tropas de Gadafi se atrincheran en las ciudades libias para eludir los bombardeos aliados

Los rebeldes fallan en su intento de recuperar Ajdabiya mientras las tropas del dictador entran en Misrata

Redacción, 21 de marzo de 2011 a las 18:50

 

Con el control del aire en sus manos, la coalición internacional intenta inutilizar las fuerzas terrestres del dictador libio Muamar el Gadafi, que tras retirarse de los frentes de batalla se han parapetado en las ciudades que controlan para evitar los bombardeos.

La entrada de tanques y tropas de Gadafi en Misrata ha provocado importantes enfrentamientos en la ciudad, la única del este donde el movimiento rebelde resiste. Mientras tanto, entre congratulaciones por el éxito de la operación Amanecer de la Odisea, han surgido discrepancias sobre la misma entre los aliados.

Reino Unido aseguraba, tras conocerse que uno de los ataques ha tenido como objetivo un edificio del complejo donde reside Gadafi, que el propio dictador podría ser objeto de la operación, algo que han rectificado inmediatamente Francia y EE UU.

Horas después, Washington ha subrayado que el objetivo de la misión, a la que se han incorporado este 21 de marzo de 2011 los primeros aviones españoles, es proteger vidas civiles y no dar apoyo a las fuerzas rebeldes.

"No tenemos como misión apoyar a las fuerzas de oposición si estas se involucran en operación ofensivas", ha asegurado el general Carter Ham, comandante de las fuerzas estadounidenses en África.