ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 28 de noviembre de 2010

Santa Sede

Revelaciones sobre Pío XII confirman la posición de Benedicto XVI

El Papa afirma que la esperanza da vida al hombre

La trágica situación de Haití preocupa al Sínodo de los Obispos

El nuevo libro-entrevista, una ocasión para conocer mejor al Papa

Dios llora en la tierra

Una niñez de persecución preparó al pastor de la Iglesia en Bielorrusia (I)

Mundo

Los “e-priest” mexicanos, más favorables a las nuevas tecnologías

Cerrará un seminario estadounidense en Bélgica

Análisis

La búsqueda de un consenso moral

Entrevistas

La creación continúa

Testimonio

Los cristianos afrontan la extinción sistemática en Irak

Angelus

Benedicto XVI: “el hombre está vivo cuando espera”

Documentación

Comunicado de la XV Reunión del Consejo del Sínodo sobre América


Santa Sede


Revelaciones sobre Pío XII confirman la posición de Benedicto XVI
Presentadas por la fundación “Pave the Way Foundation”
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 28 noviembre 2010 (ZENIT.org).- Las últimas revelaciones históricas confirman la posición de Benedicto XVI en su último libro sobre Pío XII y su apoyo a los judíos perseguidos.

En su conversación con el periodistas Peter Seewald, recogida en el libro "Luz del mundo", el pontífice confirma que con motivo del proceso de beatificación de ese Papa, Eugenio Pacelli, ordenó una investigación que confirma "los aspectos positivos".

Este estudio, añade el pontífice, no confirma "las cuestiones negativas" que se aducen contra él.

Precisamente el 17 de noviembre el Papa recibió directamente del fundador de la "Pave the Way Foundation", Gary Krupp, judío, quien le entregó nuevas revelaciones históricas que confirman esta posición.

Krupp, en declaraciones a ZENIT, revela que se trata de documentos y testimonios de testigos presenciales que buscan iluminar el papel de Pío XII y que ahora son publicados en la página web de la Fundación (www.ptwf.org) para alentar el estudio de la comunidad internacional de historiadores.

"El deseo es que con la publicación de este material, la controversia de 46 años sobre el papado de Pío XII pueda superarse. Hasta hoy, la Fundación ha publicado mas de 40 mil páginas de documentos originales, artículos y vídeos de testigos presenciales sobre ese período histórico", añade el fundador.

Krupp, en la audiencia con el Papa, presentó además el libro "El Papa Pío XII y la Segunda Guerra Mundial - La verdad documentada", que acaba de publicarse en hebreo.

El fundador también presentó al Papa una serie de testimonios, acreditados por notarios, que recogen testimonios de personas que asistieron a los esfuerzos del Papa Pío XII por salvar a judíos.

En el encuentro con el Papa se presentó también la nueva edición del libro "Hitler, la guerra y el Papa" ("Hitler, the War and the Pope"), escrito por el profesor estadounidense Ronald Rychlak, que será presentado a delegaciones de las Naciones Unidas el 11 de diciembre en Nueva York.

Además, el Papa recibió en sus manos, además, un libro todavía no publicado, "El contexto del Papa Pío XII" ("The framing of Pope Pius XII"), escrito por el mismo profesor Rychlak y por el general Mihai Ion Pacepa, el agente de mayor rango que desertó en toda la historia de los servicios secretos de los países comunistas que gravitaban alrededor de la unión soviética.

El volumen revela la operación soviética de desinformación, el plan se llamaba "Seat 12", para acabar con la reputación de Pío XII y aislar a la comunidad judía del mundo católico.

El libro revela cómo se produjo, financió e interpretó la obra de teatro de Rolf Hochhuth, "El Vicario", que se representó en todo el mundo en 20 idiomas, y sembró la leyenda negra contra Pío XII.

El libro revela otras operaciones de desinformación contra ese Papa y la Iglesia católica que se prolongaron hasta tiempos recientes.

Otro libro de Mihai Ion Pacepa, "Horizontes rojos", es considerado como la chispa que acabaría en Rumanía con el dictador Nicolai Ceausescu

En "Luz del mundo", por su parte, el Papa pide superar interpretaciones ideológicas sobre lo que podría haber hecho Pío XII en la segunda guerra mundial.

"Lo decisivo es lo que intentó hacer y creo que, en este punto, hay que reconocer realmente que fue uno de los grandes justos, que salvó a muchos judíos, a tantos como ningún otro", concluye su sucesor.

Por Jesús Colina

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El Papa afirma que la esperanza da vida al hombre
Durante el Ángelus en la Plaza de San Pedro
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- “Esperar” es “una dimensión que atraviesa toda la existencia personal, familiar y social” de hombre, y esta esperanza “es la vida” de la persona, afirmó el Papa Benedicto XVI, durante el rezo del Ángelus de este primer domingo de Adviento.

Desde la ventana de su estudio del Palacio Apostólico, el Papa se dirigió a los fieles que le esperaban, como cada domingo, en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus, recordándoles el sentido del tiempo litúrgico que acaba de empezar para toda la Iglesia.

Con el nuevo año litúrgico, afirmó, la Iglesia emprende “un nuevo camino de fe que, por una parte, hace memoria del acontecimiento de Jesucristo, y por otra, se abre a su cumplimiento final”.

“Es precisamente desde esta doble perspectiva de donde vive el Tiempo de Adviento, mirando tanto a la primera venida del Hijo de Dios, cuando nació de la Virgen María, como a su vuelta gloriosa, cuando vendrá a “juzgar a vivos y muertos”, como decimos en el Credo”.

El Papa quiso centrar su reflexión en el “sugestivo tema de la espera”, una actitud, subrayó, profundamente humana, “en el que la fe se convierte, por así decirlo, en un todo con nuestra carne y nuestro corazón”.

Esperar es algo que pertenece a la existencia humana, explicó el Papa, y que “está presente en mil situaciones, desde las más pequeñas y banales hasta las más importantes, que nos implican totalmente y en lo profundo”.

Por ejemplo, “la espera de un hijo por parte de dos esposos; a la de un pariente o de un amigo que viene a visitarnos de lejos”; la de un joven “en un examen decisivo, o de una entrevista de trabajo”, o en las relaciones afectivas, “en la espera del encuentro con la persona amada”.

“Se podría decir que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza”.

Otra de las implicaciones de la espera, apuntó el Papa, es que “dan a conocer” a la persona: “nuestra 'estatura' moral y espiritual se puede medir por lo que esperamos, por aquello en lo que esperamos”.

Por ello, invitó a los fieles a “preguntarse: yo, ¿qué espero? ¿A qué, en este momento de mi vida, está dirigido mi corazón? Y esta misma pregunta se puede plantear a nivel de familia, de comunidad, de nación”.

“En el tiempo precedente al nacimiento de Jesús, era fortísima en Israel la espera del Mesías, es decir, de un Consagrado, descendiente del rey David, que habría finalmente liberado al pueblo de toda exclavitud moral y política e instaurado el Reino de Dios. Pero nadie habría nunca imaginado que el Mesías pudiese nacer de una joven humilde como era María, prometida del justo José”.

“Tampoco ella lo habría esperado nunca, pero en su corazón la espera del Salvador era tan grande, su fe y su esperanza eran tan ardientes, que Él pudo encontrar en ella una madre digna”, añadió el Papa.

Por ello, se despidió de los presentes exhortándoles a aprender de la Virgen, “Mujer del Adviento, a gestionar los gestos cotidianos con un espíritu nuevo, con el sentimiento de una espera profunda, que solo la venida de Dios puede colmar”.



 


 

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La trágica situación de Haití preocupa al Sínodo de los Obispos
Comunicado de la reunión del Consejo especial para América de la Secretaría sinodal
ROMA, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Para mejorar las condiciones de vida en Haití es necesario coordinar de forma más eficaz las ayudas que llegan del exterior. Así lo afirme el comunicado de prensa difundido ayer sábado, al término de la decimoquinta reunión del Consejo Especial para América Latina de la Secretaría del Sínodo de los obispos, que tuvo lugar los días 16 y 17 de noviembre en el Vaticano.

Entre los signos de preocupación señalados durante la celebración del encuentro, de entre los temas de mayor actualidad ligados al continente americano, se destacó la alarmante situación social de Haití, a consecuencia del terremoto del 12 de enero pasado, en el que perdieron la vida unas 250.000 personas, y que ahora se ha agravado con una epidemia de cólera.

Hasta ahora, según datos actualizados al 22 de noviembre y publicados por la agencia Fides, la epidemia se ha cobrado, desde su comienzo a mitad de octubre, 1.344 muertos y más de 23.377 enfermos. El departamento de Artibonite, donde comenzó la epidemia, es el más afectado, con la mitad de las muertes en todo el país (701) y casi 13.000 ingresos hospitalarios. En la capital, Port-au-Prince, el balance de las víctimas ha subido a 77.

Hasta ahora, 1,5 millones de prófugos, muchos de los cuales en las cercanías de la capital Port au Prince, viven actualmente en 1.300 campos.

“La solidaridad manifestada concretamente por gobiernos extranjeros y por organismos eclesiales – se lee en el comunicado final – produciría mejores frutos si los entes locales fueran más capaces de predisponer de forma orgánica las ayudas recibidas”.

Entre los otros aspectos de mayor preocupación, están también “la emigración de los países más pobres hacia los más ricos, con consecuencias de diverso tipo: desde un empobrecimiento de los recursos humanos de los países que sufren la emigración, a la problemática social generada en los Estados que reciben la inmigración. Graves dificultades encuentran los inmigrantes en situación irregular, y a menudo repatriados por la fuerza”.

“Otras preocupaciones – añade la nota – provienen de la producción y del tráfico de la droga, del tráfico de armas, de la violencia y de la corrupción política, que siguen siendo grandes retos para numerosos Estados, a pesar de algunos éxitos en la lucha contra estos males sociales”.

“Particular atención merece la promoción de una serie de leyes contrarias a las normas éticas (leyes sobre el aborto, sobre la eutanasia y sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo), y la infiltración de un espíritu no conforme con los valores cristianos en el campo de la educación de los jóvenes y de la comunicación”.

“No faltan – prosigue el comunicado – tentativos ideológicos de revisar los ordenamientos constitucionales y legislativos, provocando tensiones internas, también con las iglesias locales, con repercusiones en las relaciones internacionales”.

En lo que respecta al ámbito eclesial, se observa en cambio “el aumento de las vocaciones al sacerdocio, aunque muy diversificado tanto entre los países como entre las diócesis” y la fuerte esperanza y el dinámico impulso evangelizador suscitados por la V Conferencia general del episcopado latinoamericano y del Caribe (Aparecida, mayo de 2007).

Otros aspectos positivos son el crecimiento de la devoción y la vida espiritual de los fieles, sobre todo en lo que respecta a la lectio divina, y participación de los jóvenes en grupos bíblicos, y se augura que esto se intensifique gracias a la exhortación post-sinodal Verbum Domini.

Los obispos presentes expresaron también el “vivo interés” suscitado en las Iglesias locales por la elección del tema de la próxima Asamblea del Sínodo, previsto para octubre de 2012, “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.

“En efecto, el anuncio del Evangelio con renovado fervor, con nuevos métodos y expresiones, es ya una constante preocupación de los Pastores y por este motivo encuentra un lugar privilegiado en los programas pastorales a nivel local, nacional y continental de la Iglesia en América”, concluye la nota.

La próxima reunión de este Consejo especial para América está prevista los días 27 y 28 de octubre del año que viene.

 

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El nuevo libro-entrevista, una ocasión para conocer mejor al Papa
Según el portavoz vaticano, Federico Lombardi
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 28 noviembre 2010 (ZENIT.org).- El libro-entrevista de Benedito XVI, "Luz del mundo", recién publicado, constituye "una nueva ocasión para conocer mejor quién es nuestro Papa", considera el portavoz vaticano.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, analiza el interés de esta larga conversación con el periodista Peter Seewald, en el último editorial de Octava Dies, semanario del Centro Televisivo Vaticano, e invita a descubrir los muchos temas afrontados y que hasta ahora no han sido comentados por los medios de comunicación.

"El Papa visto de cerca --conocido mejor no sólo como pontífice sino también como hombre-- atrae la simpatía de muchísimos, que aprecian su gentileza y sensibilidad, su trato humilde y humano y su atención hacia quienes encuentra, pequeños y grandes".

"El entusiasmo de la gente común en el curso de tantos viajes internacionales --como los de Malta, Portugal, Reino Unido y España-- se explica en gran parte con el mejor conocimiento de la persona de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI".

 "Ahora tenemos una nueva ocasión para conocer mejor quién es nuestro Papa", explica días después de la presentación del volumen.

"Las noticias que han acompañado la publicación se han concentrado a menudo en pocas páginas y poquísimos temas, mientras que en las seis largas horas de coloquios, de las que nació el libro, el Papa ha tocado innumerables temas que pueden interesar a la gente de hoy", reconoce el portavoz.

"Y lo ha hecho con un lenguaje y un estilo sencillo y espontáneo --añade--, con una sinceridad a veces casi desconcertante".
 
Según el portavoz, se trata de "un nuevo servicio" de Benedicto XVI "original para todos nosotros, para responder a tantas preguntas que queríamos plantearle, desde las más profundas e importantes sobre el sentido de nuestra vida, hasta aquellas sobre los problemas que atormentan a la Iglesia, en las crisis dramáticas del mundo de hoy, incluyendo asimismo las más personales, sobre él y sus sentimientos".


"Un Papa que no nos habla sólo desde la cátedra de su magisterio solemne o en el curso de las grandes celebraciones litúrgicas, sino que nos deja entender que camina con nosotros, hermano y amigo con los pies bien plantados en esta tierra nuestra, fascinadora pero dramática, y así, nos ayuda mejor a mirar hacia adelante, con fe sencilla y firme y esperanza viva", concluye.  

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Dios llora en la tierra


Una niñez de persecución preparó al pastor de la Iglesia en Bielorrusia (I)
Entrevista con el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz
MINSK, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org). – Crecer en una situación de discriminación debido a su fe católica sólo robusteció su amor por la Iglesia y preparó al arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz a su ministerio entre los cristianos perseguidos.

En esta entrevista, el arzobispo de Minsk-Mohilev hablaba sobre la historia de su vocación y los desafíos de trabajar en un ambiente comunista.

Nacido en Odelsk, cerca de Grodno, en Bielorrusia, la moderna Belarus, en 1946, fue ordenado sacerdote en 1981. En 1989 era consagrado obispo.

El arzobispo Kondrusiewicz está al frente de la archidiócesis de Minsk-Mohilev desde el 2007.

La parte 2 de esta entrevista se publicará mañana lunes 29 de noviembre.

- Usted creció en Bielorrusia bajo un régimen ateo. ¿Cómo era vivir como creyente bajo un sistema como ese?

Monseñor Kondrusiewicz: Bien, fue una época difícil especialmente para los creyentes. Recuerdo en el colegio, algunas veces, que el profesor me pedía que me pusiera frente a la clase, siempre me estaban incomodando, acusándome de ir a la Iglesia, de ser creyente, de rezar y celebrar las fiestas religiosas. No era fácil.

- ¿Se sabía que usted era cristiano, que era católico?

Monseñor Kondrusiewicz: Sí, sí. En nuestra aldea éramos prácticamente todos creyentes. Yo fui monaguillo.

El sacerdote era muy activo, jugaba al fútbol con nosotros, y nos ayudaba en la organización. Todo el mundo podía ver que yo estaba siempre con el sacerdote.

- ¿Y por eso hablaban de usted y era discriminado? ¿Cómo sucedía?

Monseñor Kondrusiewicz: Bien, de joven resultaba difícil escuchar estas acusaciones.

Al mismo tiempo esto me preparaba para mi futuro papel como sacerdote durante los tiempos soviéticos – un tiempo de persecución. Fue duro. Debes creer y tienes que servir a la Iglesia a pesar de las dificultades.

- ¿Y sus padres? ¿Qué sacrificios tuvieron que hacer como creyentes?

Monseñor Kondrusiewicz: ¡Oh, tantas veces fueron convocados al colegio!

Normalmente se llamaba desde el colegio a los padres porque su hijo o su hija había hecho algo malo, lo que es algo normal, pero a mis padres se les llamaba porque yo era creyente, porque había hablado con alguien, un compañero, sobre la Iglesia y que íbamos a ir para ser monaguillos.

Era como un agente de la Iglesia y ellos siempre convocaban a mis padres para advertirles de que no lo hacía bien debido a mis creencias. Mis padres fueron varias veces a la escuela y finalmente se decidieron por no volver, diciéndome que no volverían: “Si haces algo mal, sí, serás castigado, pero por estas cosas, somos creyentes, no iremos”.

- ¿Durante la época soviética, sufrió su padre, por ejemplo, como consecuencia de su propia fe?

Monseñor Kondrusiewicz: No tuvimos sacerdote en la aldea ni en nuestra parroquia durante mucho tiempo, y todos sufrieron.

Mi padre era muy activo. Viajaba mucho a Lituania, a Letonia, donde había más sacerdotes o parroquias vecinales, buscando un sacerdote para celebrar misa durante las fiestas importantes. Se le pedía que encontrara a un sacerdote para nuestra parroquia porque sabía a dónde ir. Era práctico. Era un hombre sencillo que trabajaba en la agricultura y los funcionarios no podían castigarle. Él ya estaba en los campos.

- ¿Había una iglesia en su aldea? ¿Cómo se celebraba la Misa?

Monseñor Kondrusiewicz: Teníamos una iglesia. La iglesia estaba abierta, pero durante cinco o seis años no tuvimos sacerdote. El viejo sacerdote murió y no tuvimos un reemplazo.

Gracias a la sólida fe de mis abuelos, mis padres, y luego yo, nuestra fe sobrevivió y ocurrió lo mismo con los demás. La costumbre era que los domingos – a pesar de no tener Misa – íbamos a la iglesia.

- ¿Y qué hacían allí?

Monseñor Kondrusiewicz: Rezábamos el rosario, las letanías y las estaciones del viacrucis… Crecí en aquel ambiente y en el modo de pensar de que el domingo debía estar en la Iglesia.

- ¿Cómo era la vida de oración en casa?

Monseñor Kondrusiewicz: Rezábamos juntos cada día por la mañana con nuestros padres. Se convirtió en costumbre.

Después de que nuestros abuelos y padres nos enseñaran el catecismo. Fue un formato muy sencillo de pregunta y respuesta y era cada tarde, cada día. Fue muy bueno. Fue mi formación.

Hoy pregunto a los padres y a los hijos abiertamente: “¿Están rezando juntos? ¿Van juntos a la Iglesia? ¿Practican y reciben los sacramentos y sus hijos son testigos de ello?”. Es una pregunta difícil de hacer.

- Su persecución por la fe no acabó frente a su clase. También le costó un año de universidad. ¿Era el departamento de física y matemáticas de la universidad? ¿Qué ocurrió?

Monseñor Kondrusiewicz: Comencé en la universidad matemáticas y física. Me gustan mucho estas materias.

Después, se escribieron algunos papeles, algunos documentos sobre mí. “¿Cómo va a ser este un futuro profesor de la juventud?”. Ya sabía entonces que no acabaría mis cursos.

Encontraron muchas excusas, acusaciones para culparme de algo – no sé. Me gustaba la universidad, los profesores y el rector y no quería que tuvieran una situación difícil. Cogí mis documentos y trabajé durante un año. Fui luego a Leningrado – hoy San Petersburgo – y me apunté en la Universidad Politécnica.

- ¿Y allí pudo completar sus estudios?

Monseñor Kondrusiewicz: Sí. La situación en Leningrado era distinta. Después como obispo también lo noté.

En Leningrado hay tolerancia religiosa. Y la había durante la época soviética. Mi primer paso al inscribirme en la Politécnica pudo haber sido el último. Traje todos mis documentos conmigo. No los envié por correo.

Cuando llegué a la Politécnica fui a sacar mis documentos de la chaqueta y se los presenté a una señora. Me miró y me pidió que extendiera la mano. No comprendí la petición. Hice lo que me decía y me puso algo en la mano diciéndome que no se lo enseñara a nadie. Era la cruz de mi bolsillo. No sé qué había ocurrido pero de alguna manera la había mezclado con mis documentos y había salido. Ella podía haberme despedido de modo inmediato.

- Usted tuvo una vocación relativamente tardía. Entró en el seminario con 30 años. ¿Cuándo sintió usted su vocación?

Monseñor Kondrusiewicz: Eran tiempos difíciles y el número de sacerdotes en Bielorrusia estaba disminuyendo. Conocí a muchos sacerdotes y empecé a pensar y rezar.

Una vez volví a casa a Grodno. Tomé el libro de oraciones de cada y me fui a la iglesia. Pensé que el libro de oraciones era el mío, pero no lo era. Todos los libros parecían iguales porque venían de Polonia. Era el libro de oraciones de mi madre.

Abrí el libro y encontré un pequeño icono y la oración de una madre por la vocación sacerdotal de su hijo. Mi madre nunca me habló de ello. Nunca mencionó ni una palabra pero comprendí que estaba rezando.

Mi padre me decía a veces que no me casaría, que quizá me hiciera sacerdote, pero mi madre nunca dijo nada. Descubrí que siempre había rezado por mi vocación.

Yo también recé y un día en Vilna, en la Capilla de Nuestra de la Misericordia, tomé la decisión. Después llegaría a ser sacerdote coadjutor de esa misma capilla.

 

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para “Dios llora en la Tierra”, un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en www.ain-es.orgwww.aischile.cl   


 


 

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Mundo


Los “e-priest” mexicanos, más favorables a las nuevas tecnologías
Según el estudio PICTURE sobre el uso de internet entre sacerdotes
MÉXICO, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org - El Observador).- Un reciente estudio científico muestra cómo los sacerdotes mexicanos que usan las nuevas tecnologías tienen una actitud mucho más positiva respecto a ellas que sus hermanos sacerdotes en el resto del mundo.

El informe ha sido reproducido este fin de semana por la web oficial de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) con el título de "Los e-priests mexicanos tienen una visión más positiva frente a las nuevas tecnologías que el resto de los sacerdotes del mundo".

El estudio reproducido por la página de la CEM es el PICTURE, realizado por los laboratorios NewMinE -New Media in Education y webatelier.net- de la Universidad Suiza italiana (Lugano), en colaboración con la Facultad de Comunicación Institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma), había ya hecho públicos los resultados mundiales pero no así los referentes al clero mexicano.

La investigación PICTURE, acrónimo del inglés Priests’ICT Use in Their Religious Experience, contó, además, con el apoyo de la Congregación para el Clero. La recolección de datos fue realizada durante el Año Sacerdotal promulgado por el Papa Benedicto XVI y en el que llamó, también, de manera insistente, a los párrocos y sacerdotes a anunciar el Evangelio a través de las nuevas tecnologías de comunicación, en especial Internet y las redes sociales.

Al cuestionario, disponible en siete lenguas (inglés, francés, italiano, polaco, portugués, español y alemán), respondieron casi 5.000 sacerdotes de 117 países de todo el mundo, es decir, el 1,2% del número total de los sacerdotes del mundo, calculados en cerca de 545 mil según los últimos informes del Anuario Pontificio.

Las respuestas procedentes de Mexico (consideradas en este informe) fueron 362, lo que supone el 2,3% de los sacerdotes del país (15.602, según datos de la Congregación para el Clero de 2007), apunta el comunicado de prensa de la CEM.

Los sacerdotes mexicanos ingresan un poco menos que la media mundial, diariamente, a Internet, sin embargo utilizan con mayor frecuencia las tecnologías móviles que el resto de los sacerdotes en el mundo. Por ejemplo, 89,2 % de los e-priests mexicanos posee un PC portátil por 82,8 % de media en el mundo.

PICTURE no intenta responder a la pregunta ¿cuántos sacerdotes utilizan las TIC? La investigación, más bien, apunta a ofrecer una imagen de cuáles son las actividades religiosas online desarrolladas por los sacerdotes, y cuáles son sus actitudes con respecto a las tecnologías digitales. PICTURE estudia solamente a los sacerdotes que tienen acceso a internet, que en este informe son llamados "e-Priests".

Internet resulta una herramienta muy usada por los sacerdotes mexicanos pues 78,2 % de los encuestados en el estudio dijeron que acuden normalmente a la red para encontrar material semanal para sus predicaciones y sus actividades pastorales, muy por encima de la media mundial que es de 61,4 %.

En este mismo rubro, 36,8 % de los sacerdotes mexicanos considera útil o muy útil el recurso de Internet para la vida espiritual de su feligresía, mientras que la media mundial apenas alcanza el 26.7 por ciento.

Toda la información relativa al estudio, así como los resultados mundiales, por continentes y por países analizados, puede ser consultada en la página web oficial:www.pictureproject.info



 

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Cerrará un seminario estadounidense en Bélgica
Estaba presente en el país desde 1857
WASHINGTON, D.C., domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Un seminario de los Estados Unidos presente en Bélgica desde el año 1857 cerrará el año que viene por las escasas inscripciones y las dificultades para encontrar formadores.

El Colegio Americano de la Inmaculada Concepción de Lovaina anunció que la estructura cerrará en junio de 2011, según informó la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB).

El Colegio Americano es uno de los dos seminarios europeos gestionados directamente por la USCCB; el otro es el Colegio Pontificio Norteamericano de Roma.

El Colegio de Bélgica fue fundado en 1857 por los obispos estadounidenses con el doble objetivo de formar a hombres europeos para que sirvieran como misioneros en Norteamérica y de ofrecer a los seminaristas americanos las riquezas filosóficas y teológicas disponibles en la universidad católica más antigua de Europa, la de Lovaina.

La USCCB destacó que las inscripciones en el Colegio no llegan a un nivel sostenible y además ha habido dificultades para encontrar sacerdotes cualificados para la facultad.

“El seminario ha servido a la Iglesia de los Estados Unidos y de otros lugares del mundo con fidelidad, devoción y celo en toda su experiencia de 154 años”, afirmó el obispo David Ricken, de Green Bay, Wisconsin, en la dirección del comité episcopal del Colegio Americano.

Y añadió: “Es por tanto un momento triste para muchos de nosotros”.

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Análisis


La búsqueda de un consenso moral
Un nuevo libro busca superar los partidismos
Por el padre John Flynn, L. C.

ROMA, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org). – Las discusiones políticas y morales suelen centrarse en las divisiones y en los conflictos más que en lo que hay en común. Según Carl Anderson, presidente de la organización católica de los Caballeros de Colón, esto es un error.

En su reciente libro, Beyond a House Divided: The Moral Consensus Ignored by Washington, Wall Street and the Media (“Más allá de una Casa Dividida: El Consenso Moral Ignorado por Washington, Wall Street y los Medios”), Anderson dudaba de la utilidad de un análisis de Norteamérica basado en categorías de derecha contra izquierda, o de estados rojos (aquellos estados que votan más al Partido Republicano) contra estados azules (aquellos estados que votan más al Partido Demócrata).

Durante los últimos dos años los Caballeros de Colón han examinado las opiniones y valores de la población a través de una serie de encuestas. Los temas tocados han incluido el matrimonio y el divorcio, el aborto, la eutanasia, el matrimonio del mismo sexo y el papel de la ética en los negocios y la política. Según Anderson, las entrevistas han descubierto una sorprendente unidad entre muchos norteamericanos sobre una base de valores morales y éticos.

Los medios presentan a Norteamérica en una época de crisis – ya sea una crisis económica, una crisis de guerra, o una crisis sobre inmigración – pero bajo las dificultades económicas, sociales y políticas subyace una crisis moral. Más de dos tercios de los norteamericanos creen que la moralidad del país ha tomado una dirección equivocada, afirmaba Anderson.

Esta es la causa principal de la desilusión de la gente con las instituciones y partidos políticos. “Los políticos y los medios ven un mundo de derechas e izquierdas”, observaba Anderson. En contraste, “los norteamericanos ven un mundo de bien y de mal”.

Como otros comentaristas han observado sobre el norteamericano contemporáneo, Anderson apuntaba que el país tiene un alto nivel de práctica religiosa y que muchos de los debates sobre temas sociales y políticos se enmarcan en términos morales o religiosos. Cerca del 80% de la gente ha declarado que la religión es una parte importante de sus vidas, y más de tres cuartas partes afirmaban que el matrimonio, el respeto por los demás y la responsabilidad personal están infravalorados.

El bien y el mal

Volviendo a la duradera crisis económica, Anderson observaba que muchas personas han perdido sus ahorros y sus pensiones, o han sido forzadas a dejar sus casas. Con todo, en la mayoría de los casos, no se han infringido las leyes y nadie ha sido detenido como responsable. ¿Se trata de un problema de una legislación inadecuada, o de algo más fundamental, la falta de bien y de mal, una bancarrota moral por parte de los gestores e inversionistas de dinero?

Una encuesta mostraba que el 92% de la gente creía que la avaricia era el principal factor que ha causado la crisis económica. A pesar de estos los dos principales partidos políticos se han centrado en más regulaciones y más legislación, ignorando el aplastante consenso de que ha sido un problema que no se puede afrontar sólo con más leyes.

La avaricia siempre puede encontrar otra escapatoria, comentaba Anderson, por lo que limitar la solución sólo a fijar medios legales significa que estamos condenados a un juego interminable de puesta al día. Lo que hoy quiere la gente es una llamada a la moralidad por parte tanto de los líderes económicos como políticos, añadía.

La naturaleza humana es capaz tanto de la avaricia como del altruismo, mantenía Anderson. Por eso es necesario que no nos limitemos a un sistema económico basado únicamente en el propio interés. Necesitamos, por el contrario, desafiar a la gente a que piense en las consecuencias de sus acciones.

La preocupación por el bien común y la práctica de la virtud ayudarían mucho más a la hora de asegurar un sistema en el que el beneficio no fuera a expensas de los demás, afirmaba Anderson.

Una mayoría aplastante de gente quiere que las decisiones en los negocios se guíen por elecciones morales. Cerca de dos tercios de los norteamericanos piensan que los valores religiosos tienen su lugar a la hora de influir en las decisiones de los ejecutivos, e incluso un número mayor de ejecutivos – el 70% - está de acuerdo con ello.

Una situación similar existe en política. La mayoría de la gente está cansada de disputas políticas y consideran que los políticos han perdido su contacto con la gente. “El tema de la polarización política no es un problema para la mayoría de nosotros, aunque sí lo sea para demasiados políticos y expertos, ni somos totalmente rojos ni totalmente azules”, observaba Anderson.

Descontento

Además, más del 80% de la gente considera que los políticos están llevando la brújula moral de la nación en la dirección equivocada – un alto nivel de descontento también respecto a los medios informativos y a la industria del entretenimiento.

Los norteamericanos tienden a estar a favor de un papel del gobierno limitado, no sólo debido a una preferencia de siempre por el individuo, sino también por la convicción de que la élite de Washington no comparte los valores éticos de la gran mayoría de la nación, afirmaba Anderson. No resulta difícil para los políticos descubrir cuáles son los valores y preocupaciones de la gente, sólo necesitan escuchar, indicaba.

Uno de los temas que ha causado división durante años es el aborto. En la superficie parece que el debate es una amarga división entre la postura pro vida y la postura pro derecho a elegir.

Las encuestas muestran, sin embargo, una clara preferencia por una ley del aborto que sea más restrictiva que la actual situación, en la que no hay ningún límite a la hora de llevarse a cabo abortos. Cerca del 80% de los norteamericanos están a favor de una situación en la que el aborto se limite al primer trimestre, observaba Anderson. Sólo el 16% de los hombres y el 11% de las mujeres dicen que el aborto debería ser legal en cualquier momento.

Así, en lugar de un choque de posturas absolutas hay, de hecho, un asombroso grado de consenso. “Ese consenso moral – que el aborto puede y debe restringirse – debe ser el punto de partida para resolver el callejón sin salida político del aborto”, afirmaba Anderson.

En otro caliente tema de debate – el “matrimonio” del mismo sexo – los reportajes de los medios dan la impresión de que la opinión pública está dividida por la mitad. La encuesta de los Caballeros de Colón revela, no obstante, que cuando se da una gama completa de opciones – “matrimonio” del mismo sexo, uniones civiles, o negación de reconocimiento legal – el 38% está a favor de no dar ningún reconocimiento legal, el 28% apoya las uniones civiles y, de esta forma, casi dos tercios no están a favor de redefinir el matrimonio.

Este apoyo a la visión tradicional del matrimonio es evidente en el hecho de que en 31 estados los votantes han apoyado enmiendas que defines el matrimonio como únicamente entre un hombre y una mujer, apuntaba Anderson. En todos los lugares en los que el matrimonio del mismo sexo se ha legalizado lo ha sido por jueces o políticos, y no por el público.

Las actuaciones jurídicas precipitadas, como la que tuvo lugar con el aborto en la sentencia de Roe vs. Wade, serían un grave error, advertía Anderson, y llevarían a más divisiones de las que actualmente hay en el debate nacional sobre el tema del matrimonio homosexual.

División

En el capítulo conclusivo del libro, Anderson indica que es innegable que existe una división de valores entre los norteamericanos y los que están en el gobierno. También hay una división entre el consenso de la mayoría de los ciudadanos sobre muchos temas y la tendencia habitual de los medios a la hora de presentar los debates como un conflicto entre posturas extremas.

Una vuelta a los valores morales tradicionales como forma de resolver las crisis económicas y sociales de nuestro tiempo es el camino por el que apuestan la gran mayoría de los norteamericanos. “Somos un pueblo unido por valores, un pueblo que respeta a quienes ofrecen voluntariamente su tiempo por los demás, y a aquellas organizaciones que facilitan estas actividades”, afirmaba Anderson.

Es el momento de que los políticos vean este consenso y vayan más allá del callejón sin salida que caracteriza a los debates en muchos temas, insistía.

Anderson también invitaba a que el debate sobre temas de política económica o social se caracterice por un mayor grado de caridad, respeto y cortesía. En general, este breve libro, son sólo un centenar de páginas, hace un llamamiento a reconocer la base de sólidos valores que sigue uniendo a la mayoría de los norteamericanos.

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En la red:

“Beyond a House Divided”: http://www.amazon.com/Beyond-House-Divided-Consensus-Washington/dp/030788774X

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Entrevistas


La creación continúa
Habla el padre Sabino Maffeo, miembro de la “Specola Vaticana”
ROMA, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- ¿Es verdad que Dios no existe? ¿La hipótesis de que exista un creador, la creen sólo los que profesan una religión monoteísta abramítica? ¿Se puede ser científico y creyente?

Se trata de preguntas cada vez más frecuentes y a pesar del intento de la Iglesia católica de explicar de maneras diversas y articuladas que religión y fe discurren por líneas paralelas y en muchos puntos convergentes, resuenan las intervenciones de ateos militantes que insisten en la incompatibilidad absoluta entre ciencia y fe.

Para profundizar en el debate abierto, ZENIT ha entrevistado al padre Sabino Maffeo, sacerdote jesuita y miembro de la Specola Vaticana, el observatorio astronómico dependiente de la Santa Sede.

- En su último libro, Stephen Hawking sostiene que Dios no sirve para explicar el nacimiento del universo. ¿Qué opina usted al respecto?

Padre Maffeo: La razón humana puede enriquecerse con conocimientos de distintos grados, es decir, en tres niveles: en base a la experiencia sensible mediante los instrumentos proporcionados por la física, la química, la biología y la matemática; en base al razonamiento filosófico, que no utiliza instrumentos materiales sino que argumenta sobre la realidad en base a las exigencias innatas de la razón; y en base a la revelación por parte de Dios. Se tiene así el conocimiento de cosas nuevas debido a la fe sobrenatural que es un don que Dios intenta hacer a todos.

Nota importante: Estos tres niveles no son compartimentos estancos en el sentido de que cuando la mente humana trabaja en el primer nivel, y estudia por ejemplo el ojo humano, o la estructura de un panal de miel, o el orden geométrico de una telaraña y tantas otras cosas maravillosas, no puede dejar de maravillarse ante el orden que hay en la naturaleza y pasar al nivel superior de conocimiento para preguntarse cómo explicar este orden, con el caso o con la finalidad debida a una mente ordenadora, y de aquí pasar al tercer nivel para encontrar confirmación en la fe por lo que nos dice la revelación.

Permaneciendo en el primer nivel no se puede decir nada sobre Dios, ni que existe ni que no existe. La búsqueda de Dios, su existencia, su creación del mundo, etcétera, no entra en el primer nivel en cuanto realidad no susceptible de ser experimentada por los sentidos.

El error de Hawking es doble: razona sobre Dios como si fuera una realidad que puede descubrirse con argumentos de física y matemáticas, que son instrumentos del primer nivel; tiene un concepto erróneo de creación en cuanto que habla de un Dios considerado por los creyentes como necesario para dar inicio al mundo, que una vez creado, va adelante por sí solo (Dios relojero).

En realidad, la creación es un acto continuo de Dios que dio inicio al mundo de la nada y lo mantiene en el ser (continúa creándolo) en todo instante para que continúe existiendo (creación continua).

Todo esto podemos decir que lo sabemos por la razón pero sólo porque está ayudada muchísimo por la fe. Sólo por la fe sabemos que el mundo no ha sido creado ab aeterno sino en el tiempo.

- El Pontífice Benedicto XVI sostiene que la hipótesis del creados es la más razonable. ¿Qué piensa usted de ello?

Padre Maffeo: Estoy de acuerdo. Pero, dado que sólo con la razón puedo decir poco o nada del creador, dudo que haya personas que admitan la existencia de Dios en base únicamente a la razón, sin tener una fe en Dios.

- ¿Puede indicarnos cuáles son las razones por las que cree en la existencia de un creador?

Padre Maffeo: Me convencen las Vías de Santo Tomás, que, en principio, deberían bastar para convencer sólo a la razón pero de hecho, dada la debilidad causada por el pecado original, no convencen como que dos más dos son cuatro.

En este sentido, el Catecismo de la Iglesia católica en los números 36 y 37 sostiene que “Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza con la luz natural de la razón humana partiendo de las cosas creadas”, citando el Concilio Vaticano I.

- Nuestro planeta es el único que tiene vida en el sistema solar y más allá. Y no tiene sólo flora y fauna, sino que también está poblado por seres humanos. ¿Cómo explica esta unicidad?

Padre Maffeo: Nadie sabe cómo se ha originado la vida. ¿Nació por sí sola o fue necesaria una intervención de Dios? Los ateos deben decir que nació por sí sola, pero no tienen pruebas. Éstas se tendrán sólo el día en que la vida se realice en el laboratorio a partir de materia no viva.

Yo, creyente, tengo dos posibilidades: la vida apareció por sí sola, o por intervención de Dios. Pero en lo que respecta al ser humano, la fe me dice que en la transición del no hombre al hombre es necesaria la intervención de Dios, es decir, el alma de todo ser humano está creada por Dios.

Respecto a la vida en otros cuerpos del sistema solar, parece demostrado que sus condiciones físicas y químicas no permiten la vida que conocemos. Quizás fue posible en Marte en tiempos muy remotos, lo cual podrá demostrarse con futuras exploraciones del planeta. ¡Permanece siempre sin embargo el problema de saber si la vida vino por sí sola o por intervención de Dios!

- Algunas personas creen que un creyente no puede hacer ni hablar de ciencia. ¿Puede poner algún ejemplo de científicos creyentes y católicos en particular?

Padre Maffeo: Casi todos los observatorios astronómicos italianos tuvieron su origen en seminarios y órdenes religiosas y estaban dirigidos por astrónomos que eran también sacerdotes. Se puede ver información sobre esto la web http://www.disf.org/altriTesti/Chinnici.asp. Un ejemplo actual es la Specola Vaticana donde los astrónomos son todos padres jesuitas.

Se puede ver también el volumen de Ivan Tagliaferri y Elio Gentili: Scienza e Fede - I Protagonisti” [Ciencia y fe – Los protagonistas] (De Agostini), de cerca de 300 páginas con centenares de científicos creyentes.

Me vienen a la mente algunos de los científicos de fama mundial: Nicola Cabibbo, fisico; Ennio de Giorgi, matemático; Max Plank, fisico; Johan Gregor Mendel, genetista; y después Galileo Galileo; Isaac Newton; Giovanni Keplero; Niccolò Copernico; Georges Lemaître; Antonio Stoppani, y Angelo Secchi.



 

Por Antonio Gaspari y Maurizio Tripi

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Testimonio


Los cristianos afrontan la extinción sistemática en Irak
Un portal revela gráficamente la dramática vida en Bagdad
MADRID, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Un portal con enlaces a sitios cristianos asirio-caldeo-siriacos --en lengua árabe y versión en inglés--, aloja a más de cien sitios cristianos en diversas partes del mundo. El portal Ankawa.com revela gráficamente el martirio continuado de las comunidades cristianas en la capital iraquí, Bagdad.

En un reportaje gráfico remitido a ZENIT por Alberto López Espinosa, se pueden ver fotografías del funeral por los dos jóvenes sacerdotes católicos martirizados en Bagdad. También de otros ‘mártires’, como los denomina el portal.

“Murieron por seguir a Jesucristo y nada más, junto a 50 feligreses, entre ellos, niños, jóvenes y ancianos --dice el texto--. La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, nos encomendamos a ellos pidiendo el don de la fidelidad y la fortaleza”.

Los dos sacerdotes --Wassim Sabih (Waseem Sabeeh Al-kas Butros) de 27 años, y Thaer (Thaer Saad-alla Abdal), de 32 años- fueron asesinados en el atentado contra la catedral sirocatólica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, mientras se celebraba la eucaristía. El padre Rafael Alkotaily fue herido y está siendo sometido a una serie de operaciones en el hospital Ibn Al-Nafis de Bagdad.

Más de sesenta y tres personas fueron asesinadas, y otras ciento veinte heridas. Centenares de personas que dependían de ellos se han quedado sin ayuda.

En los últimos siete años, los cristianos iraquíes han sido objetivo de oleadas de atentados terroristas a sus iglesias, monasterios, casas, negocios y personas. Un obispo y varios sacerdotes fueron asesinados e incluso sacrificados a sangre fría.

En menos de una semana, después del atentado a la catedral sirocatólica situada en el centro de Bagdad, según Ankawa, Al-Qaeda ha amenazado con otros atentados similares contra cristianos.

El grupo afiliado a Al-Qaeda Estado Islámico de Irak advirtió que sus atentados están legitimados y que ha llegado la hora de que los iraquíes cristianos afronten las puertas de la destrucción.

La advertencia terrorista fue publicada en sitios web militantes en los que anunciaba que su grupo extirparía y dispersaría a los cristianos de Irak. “Todos los centros cristianos, organizaciones e instituciones, líderes y seguidores, son objetivos legítimos para los muyaidines, donde quiera que los encuentren”, afirmaba la declaración.

Para saber más: http://www.ankawa.com/

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Angelus


Benedicto XVI: “el hombre está vivo cuando espera”
Hoy durante el rezo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunció hoy domingo a mediodía, al introducir el rezo del Ángelus con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

 



 

* * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy, primer domingo de Adviento, la Iglesia inicia un nuevo Año Litúrgico, un nuevo camino de fe que, por una parte, hace memoria del acontecimiento de Jesucristo, y por otra, se abre a su cumplimiento final. Es precisamente desde esta doble perspectiva de donde vive el Tiempo de Adviento, mirando tanto a la primera venida del Hijo de Dios, cuando nació de la Virgen María, como a su vuelta gloriosa, cuando vendrá a “juzgar a vivos y muertos”, como decimos en el Credo. Sobre este sugestivo tema de la “espera” quisiera ahora detenerme brevemente, porque se trata de un aspecto profundamente humano, en el que la fe se convierte, por así decirlo, en un todo con nuestra carne y nuestro corazón.

La espera, el esperar es una dimensión que atraviesa toda nuestra existencia personal, familiar y social. La espera está presente en mil situaciones, desde las más pequeñas y banales hasta las más importantes, que nos implican totalmente y en lo profundo. Pensemos, entre estas, en la espera de un hijo por parte de dos esposos; a la de un pariente o de un amigo que viene a visitarnos de lejos; pensemos, para un joven, en la espera del éxito en un examen decisivo, o de una entrevista de trabajo; en las relaciones afectivas, en la espera del encuentro con la persona amada, de la respuesta a una carta, o de la acogida de un perdón... Se podría decir que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza. Y al hombre se le reconoce por sus esperas: nuestra “estatura” moral y espiritual se puede medir por lo que esperamos, por aquello en lo que esperamos.

Cada uno de nosotros, por tanto, especialmente en este Tiempo que nos prepara a la Navidad, puede preguntarse: yo, ¿qué espero? ¿A qué, en este momento de mi vida, está dirigido mi corazón? Y esta misma pregunta se puede plantear a nivel de familia, de comunidad, de nación. ¿Qué es lo que esperamos, juntos? ¿Qué une nuestras aspiraciones, qué las acomuna? En el tiempo precedente al nacimiento de Jesús, era fortísima en Israel la espera del Mesías, es decir, de un Consagrado, descendiente del rey David, que habría finalmente liberado al pueblo de toda esclavitud moral y política e instaurado el Reino de Dios. Pero nadie habría nunca imaginado que el Mesías pudiese nacer de una joven humilde como era María, prometida del justo José. Ni siquiera ella lo habría esperado nunca, pero en su corazón la espera del Salvador era tan grande, su fe y su esperanza eran tan ardientes, que Él pudo encontrar en ella una madre digna. Del resto, Dios mismo la había preparado, antes de los siglos. Hay una misteriosa correspondencia entre la espera de Dios y la de María, la criatura “llena de gracia”, totalmente transparente al designio de amor del Altísimo. Aprendamos de Ella, Mujer del Adviento, a gestionar los gestos cotidianos con un espíritu nuevo, con el sentimiento de una espera profunda, que solo la venida de Dios puede colmar.

[Después del rezo del Ángelus, el Papa dijo en español]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, así como a quienes se unen a ella a través de la radio y la televisión. Al iniciar el santo tiempo de Adviento, invito a todos a intensificar la oración y la meditación de la Palabra de Dios, para que se avive el deseo de salir al encuentro de Cristo, cuya primera venida recordamos con gozo, mientras nos preparamos a su segunda venida, al final de los tiempos, con atenta vigilancia y ardiente caridad. Que a ello nos ayude la amorosa protección de María Santísima, Virgen y Madre. Feliz Domingo.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez

© Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


Comunicado de la XV Reunión del Consejo del Sínodo sobre América
 
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 28 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su indudable interés para los lectores latinoamericanos, ofrecemos una traducción al español del Comunicado de la XV Reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos (16-17 de noviembre de 2010), que ha sido hecha pública hoy por la Santa Sede.

* * * * *

En la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in America son diversas las llamadas a la Nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Sobre este tema de gran actualidad, en vista de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, y también sobre otros argumentos que afectan a la vida de la Iglesia en el Continente, se concentraron los trabajos de la decimoquinta reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en los días 16-17 de noviembre de 2010 en la sede de la Secretaría General.

Bajo la guía del Secretario General del Sínodo de los Obispos, S.E.R. Mons. Nikola Eterović, arzobispo titular de Cibale, participaron en la reunión: S.Em.R. Card. Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo (República Dominicana); S.Em.R. Card. Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México); S.Em.R. Card. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., arzobispo de Tegucigalpa (Honduras); S.E.R. Mons. Baltasar Porras Cardozo, arzobispo de Mérida (Venezuela); S.E.R. Mons. José María Arancibia, arzobispo de Mendoza (Argentina); S.E.R. Mons. Edmundo Luis Flavio Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia); S.E.R. Mons. Iván Antonio Marín López, arzobispo de Popayán (Colombia); S.E.R. Mons. Luiz Demétrio Valentini, obispo de Jales (Brasil); S.E.R. Mons. Fernando Antônio Figueiredo, O.F.M., obispo de Santo Amaro (Brasil), y S.E.R. Mons. Alvaro Leonel Ramazzini Imeri, obispo de San Marcos (Guatemala).

No pudieron participar en la reunión: S.Em.R. Card. Jean-Claude Turcotte, arzobispo de Montréal (Canadá); S.Em.R. Card. William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Vaticano); S.Em.R. Card. Francis Eugene George, O.M.I., arzobispo de Chicago (Estados Unidos); S.E.R. Mons. Kelvin Edward Felix, arzobispo de Castries (Santa Lucía) y S.E.R. Mons. José Horacio Gómez, arzobispo coadjutor de Los Angeles (Estados Unidos).

Por la Secretaría General participaron el subsecretario Mons. Fortunato Frezza, Mons. Etienne Brocard, Mons. Daniel Estivill, el Rev. Ambrogio Ivan Samus y el Rev. Zvonimir Seršič.

El orden del día preveía, teniendo en cuenta la Ecclesia in America, la consideración de la situación social y eclesial en los diversos países del Continente.

Al respecto, se observan muchos signos de esperanza pero también algunos de preocupación. Se registra con satisfacción un desarrollo económico en algunos países, aunque se debería favorecer una distribución más equitativa de las riquezas y de los recursos naturales. En este sentido, crece la conciencia ecológica entre las poblaciones, con el fin de salvaguardar la Creación y, por tanto, d promover un uso razonable de las materias primas. Además hay tentativos de una mayor integración continental vista, en general, con favor por la Iglesia católica, que busca recuperar la unidad de todo el Continente en fidelidad al espíritu de comunión, propuesto como orientación pastoral en la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in America. Entre estos signos de preocupación cabe destacar la alarmante situación social de Haití, a consecuencia del terremoto, que se prolonga en el tiempo agravada por la epidemia de cólera. La solidaridad manifestada concretamente por gobiernos extranjeros y por organismos eclesiales produciría mejores frutos si los entes locales fueran más capaces de predisponer de forma orgánica las ayudas recibidas.

El movimiento migratorio representa uno de los aspectos de mayor preocupación. Se verifica por una parte la emigración de los países más pobres hacia los más ricos, con consecuencias de diverso tipo: desde un empobrecimiento de los recursos humanos de los países que sufren la emigración, a la problemática social generada en los Estados que reciben la inmigración. Graves dificultades encuentran los inmigrantes en situación irregular, y a menudo repatriados por la fuerza a sus países de origen. La Iglesia está comprometida en la promoción de programas sociales y de asistencia religiosa a los inmigrantes, con el fin de ayudar a la integración cultural y la paz social.

Otras preocupaciones provienen de la producción y del tráfico de la droga, del tráfico de armas, de la violencia y de la corrupción política, que siguen siendo grandes retos para numerosos Estados, a pesar de algunos éxitos en la lucha contra estos males sociales. Particular atención merece la promoción de una serie de leyes contrarias a las normas éticas (leyes sobre el aborto, sobre la eutanasia y sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo), y la infiltración de un espíritu no conforme con los valores cristianos en el campo de la educación de los jóvenes y de la comunicación.

Desde el punto de vista social, es necesario hacer constar, con satisfacción, que en varios países se lleva a cabo regularmente el proceso electoral, incluidas las elecciones de Presidentes, según las normas de las respectivas Constituciones. Con todo, no faltan tentativos ideológicos de revisar los ordenamientos constitucionales y legislativos, provocando tensiones internas, también con las iglesias locales, con repercusiones en las relaciones internacionales. En este contexto, se intenta ignorar a la Iglesia católica, excluyéndola como partner en el diálogo social, a pesar de la alta credibilidad de que esta goza a nivel popular.

En el campo eclesial, motivo de consuelo es el aumento de las vocaciones al sacerdocio, aunque muy diversificado tanto entre los países como entre las diócesis. Además, la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (13-31 de mayo de 2007, Aparecida), ha suscitado notable esperanza. En este sentido, se han puesto en marcha en todas partes programas pastorales a nivel local para aplicar las relativas líneas pastorales del Documento Conclusivo de Aparecida, en continuidad con las orientaciones de la Exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in America. De particular importancia es la conciencia de que toda la Iglesia en el Continente debe estar en estado de misión. Los resultados de esta obra de evangelización con muy positivos.

Además, se valoró muy positivamente la repercusión de la XII Asamblea General Ordinaria sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, así como la respectiva Exhortación Apostólica postsinodal Verbum Domini, recientemente promulgada por el Santo Padre Benedicto XVI y hecha pública el pasado 11 de noviembre. De hecho, la Asamblea sinodal ha contribuido a renovar la devoción y la vida espiritual del Pueblo de Dios en América, sobre todo en lo que respecta a la lectio divina, y ahora se augura un nuevo empuje bíblico-pastoral a partir del Documento postsinodal. Es particularmente significativa la participación de los jóvenes en los grupos bíblicos.

El otro punto del orden del día, que ha sido objeto de reflexión, tenía que ver con las expectativas de la Iglesia en América sobre la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, que tendrá lugar del 7 al 28 de octubre de 2012. El tema de la nueva evangelización es uno de los argumentos principales de la Ecclesia in America, como puso de relieve en su prólogo el Secretario General, Exmo Nikola Eterović, y es apropiado para favorecer la discusión sobre la cuestión ya muy vivaz en las Iglesias particulares y en el seno del CELAM. Esta experiencia podrá ser muy útil en la ulterior profundización del contenido de la nueva evangelización en el actual contexto social y cultural de América. A propósito de esto, los participantes refirieron el vivo interés suscitado en las Iglesias locales por la elección del tema para la próxima cumbre sinodal, considerado de gran actualidad e importancia. En efecto, el anuncio del Evangelio con renovado fervor, con nuevos métodos y expresiones, es ya una constante preocupación de los Pastores y por este motivo encuentra un lugar privilegiado en los programas pastorales a nivel local, nacional y continental de la Iglesia en América. En espera de la publicación de los Lineamenta, en curso de preparación en la Secretaría General, los Miembros del Consejo se han comprometido a seguir promoviendo iniciativas en relación con el tema elegido y a colaborar activamente en las diversas Conferencias Episcopales en el proceso sinodal.

Otros temas de la vida de la Iglesia en el Continente serán objeto de la próxima reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar los días 27 y 28 de octubre de 2011. La presente reunión se concluyó con la oración, confiando a la intercesión de la Beata Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, la tarea de la nueva evangelización del Continente americano.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]

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