ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 25 de noviembre de 2010

Santa Sede

Brasil: El Papa acepta la renuncia del obispo de Caçador

El Papa reza por su colaboradora fallecida en accidente de tráfico

Mundo

Cardenal Sandri: los cristianos deben poder quedarse en Iraq

COMECE: “Si Europa se avergüenza del cristianismo, no tendrá futuro”

La Iglesia en Colombia atiende a los damnificados por ‘La Niña’

Cáritas agradece las palabras del Papa sobre la prevención del Sida

El cardenal Tauran visita Paquistán en plena polémica por Asia Bibi

Brasil: Asesinado joven sacerdote a menos de tres meses de su ordenación

Recursos en la web para vivir y ayudar a vivir el Adviento

Cardenal Brandmüller: el ateísmo es irracional

Actualidad

Filipinas: de tierra de misión a potencial evangelizador

Entrevistas

Cardenal Damasceno: “la Providencia siempre nos sorprende” (II)


Santa Sede


Brasil: El Papa acepta la renuncia del obispo de Caçador
Nombramientos papales de los últimos días
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis brasileña de Caçador, presentada por monseñor Luiz Carlos Eccel, de 58 años de edad.

La Oficina de Información de la Santa Sede comunicó este miércoles que el Papa aceptaba esta renuncia, presentada “en conformidad con el artículo 401 párrafo 2 del Código de derecho canónico”, que prevé la dimisión “por una razón de salud o por otra causa grave”.

Según fuentes cercanas al prelado, este se encuentra delicado de salud, pues estaría luchando contra un cáncer que le fue detectado en 2003.

Monseñor Eccel es conocido en Brasil por haber apoyado públicamente a Dilma Roussef, presidente electa de Brasil, del Partido de los Trabajadores, que en campaña se mostró favorable a la legalización del aborto, aunque antes de la segunda vuelta dio marcha atrás y se comprometió a no modificar la ley.

El miércoles, el Papa nombró también para Brasil obispo de Umuarama a monseñor João Mamede Filho, OFM Conv., hasta entonces obispo auxiliar de São Paulo, y tres obispos auxiliares para la archidiócesis de São Sebastião do Rio de Janeiro.

Se trata de los sacerdotes Pedro Cunha Cruz, director de la Facultad Eclesiástica de Filosofía João Paulo II en Río de Janeiro; Nelson Francelino Ferreira, y Paulo César Costa, hasta entonces rector del Seminario Paulo VI en Nova Iguaçu y director del departamento de Teología de la Universidad Pontificia Católica de Río de Janeiro.

Por otra parte, este jueves Benedicto XVI aceptó la renuncia del obispo auxiliar de la archidiócesis colombiana de Medellín, presentada por el claretiano monseñor Jorge Iván Castaño Rubio, que justamente hoy cumple 75 años, comunicó este jueves la Oficina de Información de la Santa Sede.

Además, el Papa nombró obispo de la diócesis italiana de Civitavecchia-Tarquinia a monseñor Luigi Marrucci, del clero de la diócesis de Volterra, actualmente viceasistente eclesiástico nacional de la Unione Nazionale Italiana Trasporto Ammalati a Lourdes e Santuari Internazionali.

Para Bangladesh, Benedicto XVI nombró hoy arzobispo coadjutor de la archidiócesis de Dhaka a monseñor Patrick D’Rozario, CSC, hasta ahora obispo de Chittagong.

El 23 de noviembre, Benedicto XVI nombró obispo de la diócesis suiza de Basilea a Felix Gmür, hasta entonces secretario de la Conferencia de los Obispos Suizos.

El 22 de noviembre, el Papa nombró a monseñor Vincenzo Di Mauro, secretario de la prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede, obispo coadjutor de Vigevano (Italia) con el título de arzobispo ad personam.

Ese mismo día, nombró obispo coadjutor de Juticalpa, en Honduras, al padre José Bonello, OFM, hasta entonces vicario general de la diócesis hondureña de Comayagua.

Finalmente, el sábado 20 de noviembre, el Pontífice nombró nuncio apostólico en la República Democrática del Congo a monseñor Adolfo Tito Yllana, hasta entonces nuncio apostólico en Pakistán, arzobispo titular de Montecorvino.


 

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El Papa reza por su colaboradora fallecida en accidente de tráfico
La “Memores Domini” Manuela Camagni
ROMA, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI lamentó ayer el fallecimiento de su colaboradora Manuela Camagni, tras ser atropellada por un coche el martes por la noche en la via Nomentana de Roma.

“El Santo Padre fue informado del triste evento antes de la celebración de la santa misa matutina y elevó por la difunta su oración de sufragio”, informó Radio Vaticano.

Manuela Camagni, de 56 años, era una de las cuatro Memores Domini -mujeres consagradas en el mundo pertenecientes al movimiento Comunión y Liberación- que mantienen el apartamento pontificio.

Camagni se ocupaba especialmente de los apartamentos de los dos secretarios de Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein y monseñor Alfred Xuereb, y del almacén de una modalidad de banco de alimentos constituido por donativos realizados al Papa.

Las cuatro Memores Domini, los dos secretarios y el ayuda de cámara del Papa forman una “familia” que comparte las comidas con Benedicto XVI cuando no tiene invitados y que ahora está en duelo.

Antes de entrar al servicio de Benedicto XVI, Manuela Camagni trabajó para el entonces arzobispo de Túnez, monseñor Fouad Twal, actualmente patriarca latino de Jerusalén.

El accidente se produjo por la noche en la via Nomentana, después de una cena con amigos. El conductor socorrió a la colaboradora del Papa, que falleció en el policlínico Umberto I, a pesar que se le realizó una operación de urgencia en la cabeza.

El alcalde de Roma, M. Gianni Alemanno, expresó su pésame a la comunidad, así como su compromiso de medidas para garantizar mayor seguridad en este gran eje del noreste de Roma.

 

 

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Mundo


Cardenal Sandri: los cristianos deben poder quedarse en Iraq
Misa en San Pedro por las víctimas del atentado en la catedral siro-católica de Bagdad
ROMA, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Los cristianos deben poder quedarse en Iraq para garantizar el desarrollo de su país.

Así lo afirmó el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, durante la misa celebrada este jueves en la Basílica de San Pedro por las víctimas del atentado del 31 de octubre a la catedral siro-católica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Bagdad.

Estuvieron presentes numerosos miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante la Santa Sede y también unos cuarenta iraquíes, familiares de los 26 heridos en el atentado que fueron acogidos en el Policlínico “Agostino Gemelli” de Roma el pasado 12 de noviembre.

“Los cristianos – dijo el purpurado en la homilía – deben poder quedarse donde han nacido para ofrecer personalmente y a través de las obras de la Iglesia, sin discriminación alguna, su contribución de caridad insustituible en el plano educativo y cultural, asistencial y social”.

“Estos desean concurrir al progreso de su amado país en generosa apertura hacia los musulmanes y todos sus connacionales”, afirmó, pidiendo a las autoridades “más implicación” en la protección de los cristianos.

“¿Cuánto más dolor por las propias convicciones – se preguntó – deberán sufrir personas de toda edad y condición, de toda religión y cultura, dignas en cambio del respeto debido indistintamente a cada hombre y a cada mujer? Nos preguntamos: ¿Por qué no se eleva constantemente la voz de quienes tienen responsabilidades, junto a la de los hombres de buena voluntad, en defensa de una libertad real de religión y de conciencia”.

El purpurado quiso mostrar la cercanía de la Iglesia a los cristianos perseguidos en Iraq y en otros lugares del mundo.

“La Iglesia no disminuye con las persecuciones, al contrario, se desarrolla, y el campo del Señor se enriquece con una mies cada vez más abundante”, afirmó, orando “para que el Omnipotente conceda la recompensa eterna a cuantos han perdido su vida mientras estaban convocados en el día del Señor para el sacrificio de Cristo”.

Recordando a las víctimas de la masacre en la catedral siro-católica de Bagdad, prosiguió, “ellos han lavado sus vestidos en su sangre y han pasado por la gran tribulación de una muerte cruenta, permaneciendo firmes en la confesión del nombre de Cristo Dios”.

Finalmente el prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales quiso recordar especialmente a Thaer Abdal y Wassim Al-Qas Boutrus, los dos sacerdotes que “realizaron efectivamente el sacramento eucarístico en su vida, precediendo a sus fieles” y que con su carne y su sangre “anunciaron la muerte de Cristo y proclamado su resurrección en la esperanza de su venida. Se ha realizado la promesa de Dios: 'Quien entrega su vida, resucita en el Señor'”.

El testimonio de estos hermanos y hermanas, concluyó, “nos abre con confianza a la nueva venida de Cristo y nos empuja a suplicarle: 'Ven Señor Jesús, porque solo tu eres el Príncipe de la Paz'”.

No a una “provincia cristiana”

Antes de la celebración, en una entrevista concedida a Radio Vaticano, el cardenal Sandri advertía sobre el riesgo de una “adicción a la violencia que se verifica todos los días” en Iraq.

Con todo, subrayaba, “no podemos entrar en una actitud de conformismo, de pasividad frente a esto. En particular, nosotros católicos y cristianos, debemos movilizarnos en la oración, en la solidaridad, de forma particular y fuerte, con estos hermanos nuestros”.

En declaraciones también a esta emisora, monseñor Shleiman Warduni, obispos auxiliar del Patriarcado caldeo de Bagdad, había expresado en cambio su propia opinión sobre las retirada de las fuerzas internacionales de Iraq, afirmando: “No puedo decir nada del futuro. No sé nada. Simplemente me pregunto: ¿para qué han venido? ¿han venido para traernos la paz o la guerra? Han venido para traer la libertad: no la libertad de matar, sino la libertad de vivir juntos, tranquilamente. ¡Han venido para darnos la paz! No deben dejarnos, antes de que la paz se establezca”.

Respecto a la hipótesis de la creación de una provincia cristiana en Iraq, monseñor Warduni añadió: “Hablo personalmente: no estoy de acuerdo. Pienso que todos nosotros debemos poder vivir donde queramos. La creación de una provincia cristiana significaría dividir la nación, separar, causar discordias y esto no va bien. En cambio, todos deberían colaborar para construir un único Iraq”.

Fatwa contra la violencia

El 23 de noviembre, los obispos caldeos de Iraq se encontraron en Erbil, para discutir sobre la situación de la comunidad eclesial, y dirigieron un llamamiento a las autoridades religiosas musulmanas para que hagan una condena pública contra las acciones violentas que afectan a las minorías religiosas para “ayudar a aclarar que las violencias contra los cristianos son ilegítimas y contrarias a los principios de la religión islámica”.

El encuentro, según cuanto recoge el sitio Baghdadhope.org citando al portal Ankawa.com, tuvo lugar en ausencia del Patriarca de la Iglesia, el cardenal Mar Emmanuel III Delly, que se quedó en Bagdad a causa de la delicada situación en la capital.

El resultado de esta reunión, la primera de una serie cada mes, como decidió el episcopado iraquí tras el Sínodo para Oriente Medio, fue un mensaje que lleva la firma de monseñor Louis Sako, arzobispo caldeo de Kirkuk y coordinador de los encuentros.

Según el texto del mensaje cerca de 60 familias cristianas habrían huido de la capital tras la masacre del 31 de octubre en la catedral siro-católica y los asesinatos selectivos realizados en Mosul la pasada semana para refugiarse en Sulemaniya; otras 80 familias habrían encontrado refugio en Erbil, y a ellas se añaden las que llegaron a los pueblos cristianos en la llanura de Nínive.

En el mensaje de los obispos caldeos, según cuanto recoge L'Osservatore Romano, se manifiesta de forma particular la importancia de “salvaguardar la presencia histórica de los cristianos en Iraq”, en cuanto que “si emigrasen, se iría también el rico patrimonio del que son depositarios”.

En este contexto, los prelados concluyen dirigiendo una exhortación “a los cristianos acomodados que viven en los países de la diaspora, para que inviertan en la región para crear oportunidades de trabajo para sus hermanos”.


 

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COMECE: “Si Europa se avergüenza del cristianismo, no tendrá futuro”
Intervención de monseñor Fisichella ante los episcopados europeos
BRUSELAS, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- “Es necesario salir de una forma de neutralidad en la que Europa se ha encerrado con tal de no tomar postura a favor de si misma y de su historia”. Así lo afirmó ayer por la noche monseñor Rino Fisichella, durante una intervención ante la COMECE (Comisión de Episcopados de la Unión Europea).

Monseñor Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, participó ayer por la noche en una mesa redonda con la que se inauguró la plenaria de la COMECE, organismo que cumple actualmente sus 30 años de existencia.

En su intervención, el prelado subrayó la importancia de volver a proponer la fe cristiana a Europa, no solo como parte de su pasado, sino también de su futuro.

“Ninguno de nosotros debería caer en la trampa de pensar en la unión de Europa olvidando que sus raíces se hunden en una fe que ha alimentado durante siglos la convivencia y el progreso de pueblos distintos”, afirmó.

Los europeos, subrayó, “no tenemos una sola lengua, y tenemos tradiciones culturales y jurídicas distintas; sin embargo, nuestro denominador común es fácilmente identificable en el cristianismo”.

“Por ello, que nadie se ilusione sobre el futuro. No habrá una Europa realmente unida, prescindiendo de lo que ha sido. No se podrá imponer a ciudadanos tan distintos un sentido de pertenencia a una realidad sin raíces y sin alma”.

El prelado insistió en que “sólo una fuerte identidad compartida podrá erradicar formas de fundamentalismo y de extremismo que repetidamente se asoman a nuestros territorios”.

Por ello, alertó contra los “conatos de anticatolicismo cada vez más frecuentes en estos últimos años, presentes en diversos sectores de la sociedad”, exhortando a una “reacción atenta y dispuesta al menos a cuanto se reserva a otras religiones”.

“Si Europa se avergüenza de lo que ha sido, de las raíces que la sostienen y de la identidad cristiana que aún la plasma, no tendrá futuro. La conclusión podrá ser solo la de un ocaso irreversible. Si la política no es capaz de un salto de cualidad capaz de volver a encontrar un sistema de valores de referencia que vaya más allá de la imposición ideológica, la aportación a la construcción de Europa se verá comprometido”.

Europa se “eutanasia”

Sin embargo, el prelado observó que lejos de buscar soluciones, Europa sigue caminando hacia su proprio colapso, con leyes y medidas que van contra sus propios valores.

La pendiente del envejecimiento, hacia la que Europa se está dirigiendo, muestra la estación invernal de esta Unión que ha elegido el ocaso con tal de imponer un discutido derecho del más fuerte contra la vida inocente”, subrayó.

En este sentido, se refirió a los debates incipientes en el continente sobre el derecho a la eutanasia como la “última ilusión” de la sociedad europea actual.

Sin embargo, advirtió, “esta slippery slope es demasiado resbaladiza para ser defendida como derecho cuando, en cambio, esconde el miedo y la opresión de la nada, por no saber dar sentido completo a la existencia”.

Es necesario, afirmó, volver a apoyar a la familia, “si no se quiere hacer por convicción, al menos por cálculo económico”, para “evitar la decadencia de la responsabilidad social que demasiado a menudo se puede comprobar”.

Otro reto urgente es la defensa de la vida humana, desde su primer instante hasta su conclusión natural, que “supone una urgente toma de conciencia ante una forma generalizada de denatalidad y de desprecio por la vida que pone en crisis la propia supervivencia de la civilización”.

Además, afirma, el actual modelo económico propaga “una perspectiva de mercado que parece aplastar conquistas sociales alcanzadas fatigosamente a lo largo de los siglos”.

Responsabilidad de los católicos

Monseñor Fisichella afirmó que personalmente ve en el horizonte “la exigencia de crear un modelo de humanismo capaz de realizarla necesaria síntesis entre lo que es fruto de la conquista de los siglos precedentes y la sensibilidad con la que interpretamos nuestro presente”.

“Nosotros los católicos no nos quedaremos atrás en esta asunción de responsabilidad y no aceptaremos ser marginados. Estamos convencidos, de hecho, de que nuestra presencia es esencial para que el proceso en curso llegue a buen fin”.

Sin la presencia significativa de los católicos, afirma, “Europa sería en todo caso más pobre, más aislada y menos atrayente”.

Los católicos deseamos dar nuestra contribución peculiar como lo hicimos en los siglos pasados. Nos tomamos en serio el destino de los pueblos y de los individuos, porque nuestra historia nos ha hecho 'expertos en humanidad'”, concluyó.  

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La Iglesia en Colombia atiende a los damnificados por ‘La Niña’
Lleva ayuda a las comunidades alejadas y de difícil acceso
BOGOTÁ, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI envió el pasado domingo un mensaje a los damnificados por las lluvias en Colombia. Aseguró sentirse “cercano a los afectados” deseando “que los llamamientos a la solidaridad sean escuchados”, y uniéndose a cuantos oran por las víctimas y quiebes “están viviendo horas de angustia y tribulación”.

La Iglesia en Colombia colabora con otros organismos nacionales e internacionales para llegar a las comunidades alejadas y de difícil acceso, afectadas por el temporal.

Las lluvias torrenciales que registra Colombia desde inicios de 2010, a consecuencia de ‘La Niña’ (enfriamiento de las aguas del océano Pacífico), dejaron hasta el miércoles de la semana pasada 136 muertos y 1,3 millones de afectados. La alerta amarilla en Bogotá es la última consecuencia de la peor temporada de lluvias en el país sudamericano en las tres últimas décadas.

Una de las regiones más afectadas es la llamada 'mojana sucreña', en el departamento de Sucre, donde sus 250.000 habitantes viven en medio del agua. El párroco de Sucre Eduardo Arce, que celebró la eucaristía en un improvisado altar, en un comedor comunitario, declaró que sólo les queda pedir ayuda directamente al presidente Juan Manuel Santos para salir de la tremenda situación.

El temporal afectó a más de medio millar de municipios en 28 departamentos. La región Caribe fue la más golpeada, registrándose la mayoría de damnificados en los departamentos de Bolívar, Magdalena, Córdoba y Sucre. En los últimos días, las lluvias causaron estragos en los departamentos de Chocó, Antioquia y Cundinamarca, con más de diez mil afectados.

Caritas Colombiana (CC), integrada en el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) de la Iglesia en Colombia, como otros organismos de ayuda humanitaria, llevaba tiempo advirtiendo de la llegada de la temporada de lluvias y la necesidad de poner en marcha los servicios de emergencia. Las previsiones fueron superadas por ‘La Niña’ de este 2010, cuyos efectos continuarán hasta 2011.

Un informe del SNPS/CC, usando fuentes oficiales y propias, daba cuenta de la situación climática hasta el 10 de noviembre pasado.

El análisis de las condiciones climáticas en Colombia, realizado por el IDEAM (Informe de análisis de la proyección climática), señalaba que 2007, 2008 hasta junio de 2009, en el que culminó el fenómeno de ‘El Niño’, provocó efectos que se extendieron hasta mayo de 2010, causando un nivel bajo en el patrón de comportamiento de las lluvias.

Según el análisis del Centro de Predicción Climática, ENCEP/NWS, desde junio de 2010, se inició  el enfriamiento de las aguas del Pacífico, con el comienzo del fenómeno de ‘La Niña’,  ocasionando un incremento en el patrón de las lluvias en las regiones Caribe y Andina. Durante el semestre se vino fortaleciendo el fenómeno, que se mantendrá hasta el primer trimestre de 2011.

El informe de la Iglesia en Colombia, señala que el total de familias afectadas es de más de trescientas mil, lo que se traduce en más de 1,6 millones de personas, así como: más de dos mil viviendas destruidas; cerca de doscientas mil viviendas averiadas; más de trescientas vías afectadas y más de sesenta y siete mil hectáreas inundadas.

Así mismo, el informe da cuenta de las acciones emprendidas por la Iglesia en la temporada invernal 2010. Ha intervenido, desde el Servicio de Emergencia del SNPS/CC, llevando ayuda a las familias afectadas en las diócesis de Riohacha, Magangue, Ocaña, Santa Rosa de Osos, Cartagena, Montelibano, Montería, Cartago y Barranquilla.

Dada la magnitud de la ola invernal en cuanto a intensidad y extensión, se pide ahora a la Iglesia, en colaboración con los organismos oficiales: brindar apoyo a las comunidades afectadas en zonas alejadas y de difícil acceso, mediante: atención humanitaria de emergencia, con un enfoque de recuperación temprana a través de ayuda alimentaria y no alimentaria, y complementar este apoyo con aspectos básicos de recuperación, como son los kits de: material para la reparación de viviendas, apoyo de material educativo, agropecuario y herramientas básicas para el trabajo.

Para saber más: http://www.pastoralsocialcolombia.org.co/apc-aa-files/36343231643434383365396265363234/Reporte_de_la_situacion_ola_2010.pdf

Por Nieves San Martín

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Cáritas agradece las palabras del Papa sobre la prevención del Sida
 
ROMA, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Caritas Internationalis dio la bienvenida ayer a los comentarios del Papa Benedicto XVI sobre la importancia de la prevención del Sida.

Los comentarios del Papa están recogidos en el libro “Luz del mundo: el Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos”, publicado en español por la editorial Herder, en la entrevista del Pontífice con el periodista Peter Seewald.

Caritas afirma que los comentarios del Santo Padre en su libro “son una afirmacion de la importancia de la sensibilidad pastoral y la compasión en la prevención del HIV/Sida”.

Observa en particular en las declaraciones de Benedicto XVI que el uso del preservativo “no es realmente el modo de afrontar el mal de la infección del HIV” y que no es “una solución real o moral”.

El Papa dice: “Deben darse muchas cosas más. Es preciso estar cerca de los hombres, conducirlos, ayudarles, y eso tanto antes como después de contraer la enfermedad".

Lesley-Anne Knight, secretaria general de Caritas Internationalis, afirmó que los comentarios del Papa “ilustran la importancia de la compasión y de la sensibilidad en la lucha con las complejidades de la prevención del HIV/Sida".

Añadió que Cáritas “desarrolla sus programas sobre el HIV/Sida en línea con las enseñanzas de la Iglesia, y consideraremos, en estrecha consulta con la Santa Sede, si hay implicaciones para nuestro trabajo en esos comentarios publicados del Papa Benedicto".

Caritas, que es la confederación de 165 Cáritas nacionales, proporciona programas de lucha contra el Sida en más de cien países.


 

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El cardenal Tauran visita Paquistán en plena polémica por Asia Bibi
Su presencia “representa un gran aliento para los cristianos”, asegura obispo
ISLAMABAD, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, se encuentra hoy de visita en Paquistán, un viaje programado hace tiempo, que sin embargo se produce en plena polémica por el caso de Asia Bibi, la mujer condenada a la horca por “blasfemar” supuestamente contra el islam.

Así lo informa hoy la agencia vaticana Fides, subrayando la coincidencia de la visita con la difícil situación civil y política provocada a raíz de la condena y posterior anuncio de indulto de Bibi por parte del presidente del país, Asif Alí Zardari.

“La visita del cardenal Jean-Louis Tauran representa un gran aliento para los cristianos de Paquistán: llega en un momento crítico, en el que se registran crecientes tensiones sociales y religiosas, por el caso de Asia Bibi y por otras razones”, afirma monseñor Lawrence Saldanha, arzobispo de Lahore y presidente de la Conferencia Episcopal paquistaní, en declaraciones a Fides.

El prelado muestra su preocupación “por el clima de creciente intolerancia. La tensión se ha elevado, se suceden manifestaciones de grupos islámicos radicales que quieren agudizar la polarización social y religiosa”.

“Esperamos que la visita del cardenal Tauran pueda srvir para serenar los ánimos y contribuir a la solución del caso Asia Bibi”, afirma monseñor Saldanha.

La Iglesia pide que en lugar de concederle el indulto (lo que supone la admisión de culpabilidad), se juzgue de nuevo a Asia Bibi para demostrar su inocencia. “Es la única forma de que paren las protestas”, explica el prelado.

Los cristianos piden también la derogación, o al menos la revisión, de la ley antiblasfemia, que castiga con severísimas penas cualquier ofensa contra el islam, y que está dando lugar a abusos y a discriminaciones contra los cristianos. Se pide entre otras cosas la exigencia de pruebas más concluyentes para demostrar la culpabilidad del acusado.

Está previsto que el cardenal Tauran mantenga hoy encuentros con las autoridades civiles y religiosas del país, entre ellas con el ministro para las Minorías Religiosas, Shahbaz Bhatti, y con el propio Presidente del país, Zardari.

Entre mañana y pasado, el purpurado tiene previstos encuentros con las comunidades y obispos católicos de Paquistán, y un encuentro interreligioso.


 

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Brasil: Asesinado joven sacerdote a menos de tres meses de su ordenación
El robo aparece como el motivo del crimen
SAO LUIS, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El padre Bernardo Muniz Rabelo Amaral, de 28 años, ordenado sacerdote el pasado 5 de septiembre, fue asesinado este sábado 20 de noviembre por una persona que le robó el vehículo en el que viajaba, dinero y su teléfono móvil.

El robo mortal se produjo sobre las tres de la tarde en Sao Luis, cuando el padre Bernardo estaba en su coche y fue alcanzado en el cuello y en el pecho por varias balas que le disparó un hombre al que había dado paso, según informaciones de la arquidiócesis de Sao Luis recogidas por la agencia Fides.

Cuando fue rescatado, el sacerdote estaba todavía consciente y fue trasladado al hospital de Humberto de Campos, ciudad situada a unos 120 kilómetros de la capital de Maranhão en la que ejercía su ministerio como párroco.

Sin embargo, no pudo resistir la gravedad de las lesiones y murió sobre las nueve de la noche del mismo sábado.

Cuando fue asaltado, el sacerdote regresaba de un pueblo en la zona de Quebra Anzol, y se dirigía a Achuí, en de la ciudad de Humberto de Campos, donde iba a asistir a una reunión parroquial.

Además de al padre Bernardo Muñiz Rabelo Amaral, la arquidiócesis de Sao Luis ha perdido este año al seminarista Mario Dayvit, también víctima de un robo. Él fue asesinado delante de su casa en el centro de la capital de Maranhão.

El padre Bernardo Muniz Rabelo Amaral nació en Morros, Maranhão, el 12 de enero de 1982. En esa misma ciudad fue bautizado el 24 de junio de 1982.

Quinto de seis hermanos, fue ordenado diácono el 21 de febrero de 2010 en la catedral de Nuestra Señora de la Victoria y sacerdote el 5 de septiembre de este año, en la ciudad de Axixá.

Una semana después de su ordenación sacerdotal, fue nombrado vicario parroquial en el municipio de Humberto de Campos.

La arquidiócesis de Sao Luis, en la persona de su arzobispo, monseñor José Belisario da Silva, y en nombre de todos los sacerdotes y seminaristas, expresó su dolor más sincero.  

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Recursos en la web para vivir y ayudar a vivir el Adviento
Postal virtual de Red Misión México
ROMA, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- Ahora es posible prepararse espiritual y cristianamente a la Navidad. Una página ofrece recursos en la Red para orar, reflexionar, encender las velas de Adviento y vivir este tiempo litúgico que se abre a la Esperanza de la llegada de Jesús.

La postal virtual preparada por la Red Misión México, ha sido dada a conocer a ZENIT por Pablo Gómez Gallardo, coordinador de la iniciativa

Red Misión México, a través de su portal de recursos en línea MissionKits.org, ha publicado una postal virtual para este tiempo litúrgico, como ya hiciera para Navidad, Cuaresma y Pentecostés.

Según explica Gómez Gallardo, “esta vez se trata de una tarjeta de Adviento, en la que una persona puede encender semana a semana una de las cuatro velas de la corona, al mismo tiempo que puede escuchar una reflexión en video para cada semana y otra explicando el origen de la corona de Adviento”.

“Creemos –añade- que es muy importante empezar desde ahorita la preparación para la Navidad, y es por esto que no quisimos esperar para enviar una tarjeta de Navidad, que por supuesto lo haremos en su momento”.

La tarjeta en línea tiene muchas ventajas, señala el coordinador de la iniciativa, entre ellas, el poder compartirla fácilmente, ya sea por correo de forma personalizada o por Facebook y Twitter.

También se puede hacer una suscripción para recibir cada semana un recordatorio para encender la siguiente vela, así como imprimir una oración para el rezo en familia.

Una iniciativa que se puede compartir con todos los familiares y amigos, facilitando así la preparación a la buena noticia que se renueva cada año en Navidad.

Enlace a la tarjeta: http://www.missionkits.org/adviento.


 

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Cardenal Brandmüller: el ateísmo es irracional
Afirma que el hombre sólo encuentra su plenitud en Dios
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Walter Brandmüller subraya la irracionalidad del ateísmo, y señala que sólo en Dios puede ser humano encontrar la plenitud.

El anterior presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas, que fue hecho cardenal el pasado sábado, afirma esto en un nuevo libro en italiano, "Ateismo? No grazie! Credere è ragionevole" [¿Ateísmo? ¡No, gracias! Creer es racional, n.d.t.], publicado por la Libreria Editrice Vaticana.

Cuenta con una entrevista original del prelado por Ingo Langner, periodista, publicista y director de cine, sobre las cuestiones más debatidas: ¿Existe Dios? ¿Fe o ateísmo? ¿Ciencia o religión? ¿Dios sí o no?

La entrevista comienza cuando Langner pregunta, citando a Richard Dawkins, "¿Por qué seguir creyendo?".

El cardenal Brandmüller responde: "La pregunta no es nueva. Friedrich Nietzsche hace a su loco anunciar que Dios está muerto, y Yuri Gagarin, el primer ruso en ir al espacio, dijo, en su viaje del 12 de abril de 1962, algo que en ningún sitio había visto algo que se pareciera a Dios. Dawkins no reconoce a Dios ni siquiera como hipótesis. Para él, Dios es una alucinación que sólo existe en la mente de una persona retrasada".

"En realidad, el objetivo de los ateos no es tanto Dios, sino la Iglesia, el Papa y el Vaticano", dijo el prelado. Añadió que la Iglesia ha sido atacada desde el comienzo de la era cristiana, el Papa durante 2000 años y el Vaticano desde su existencia.

El cardenal se dirigió al tema de los milagros, recordando lo que sucedió en Calanda, un pequeño pueblo cerca de Zaragoza, España, donde había un joven llamado Miguel Pellicer cuya pierna fue amputada. Dos años más tarde ya pesar de la dificultad para caminar, el joven emprendió el viaje al santuario mariano de Santa María del Pilar en Zaragoza.

Una vez que llegaron al santuario, rezó intensamente a María para que le ayudara. Esa noche, tuvo lugar un acontecimiento increíble. Cuando se despertó por la mañana su pierna había vuelto a crecer, perfectamente sana.

Para explicar los milagros, el cardenal Brandmüller cita a William Shakespeare quien dijo a los seguidores de la Ilustración: "Hay más cosas entre el cielo y la tierra de lo que vuestra erudición escolástica puede imaginar".

El prelado explicó que "el hombre moderno quiere llegar a sí mismo a través de la realización personal, pero no tiene éxito al separarse de Dios, sólo tiene éxito si se vuelve a Dios".

“Para el hombre moderno esto quiere decir el hijo pródigo que vuelve al padre, por lo tanto, a Dios. Sólo entonces se realiza a si mismo, cuando reconoce lo que es y para qué lo ha creado Dios".



 


 

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Actualidad


Filipinas: de tierra de misión a potencial evangelizador
Sus obispos se encuentran en Roma de visita “ad Limina Apostolorum”
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org) Con casi 74 millones de fieles, lo que representa un 81,5% de católicos, Filipinas cuenta con más fieles que cualquier país europeo. Hoy tiene 54 diócesis y 16 arquidiócesis.

Sus obispos comenzaron hoy su visita Ad limina apostolorum en Roma, en la que vienen a visitar los diferentes dicasterios, presentar sus informes sobre el trabajo que realizan en las respectivas diócesis y tener una audiencia con el Papa.

Debido a que la fe católica toma cada vez más fuerza en este país, en los últimos años ha cobrado un papel más preponderante la misión de la Iglesia en la esfera pública.

Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos han servido no pocas veces como conciencia crítica frente a los males que afligen a esta sociedad, entre ellos la pobreza, la corrupción, la inestabilidad. Han invitado a vivir valores como la democracia, la transparencia y la recta vida moral.

La voz de la Iglesia ha sido un importante punto de referencia en momentos de la vida nacional que han estado marcados por escándalos de corrupción e intentos de golpes de Estado.

Los obispos filipinos en diversas ocasiones se han pronunciado en contra de las soluciones violentas, lanzando un llamado al serio discernimiento dando criterios de transparencia y justicia y también de oración común.

También hay una constante participación de los prelados en el debate público con decisiones como el aborto, la pena de muerte, la pobreza, la corrupción y la paz. “En parte somos escuchados”, dijo en diálogo con Radio Vaticana, monseñor Nereo Odchimar, obispo de Tandag y presidente de la Conferencia Episcopal Filipina.

“Hay personas que, especialmente a través de los medios de comunicación que apoyan la promoción del control artificial de la natalidad”, señaló el prelado. “Nuestra Conferencia episcopal está comprometida a hacer conocer la posición de la Iglesia católica”, dijo.

El laico y su misión

Monseñor Tandag se refirió también al tema de los laicos que trabajan comprometidamente con temas como la familia, el valor y la dignidad de la persona y el respeto de los derechos humanos.

“Damos una atención particular a la familia”, dijo el obispo, “para preservarla de peligros de fragmentación que se da debido a la fuerte emigración y por los ataques que vienen de fenómenos como el aborto, el divorcio y los modelos de vida consumistas”.

Y explicó algunas iniciativas de los laicos “Hay médicos que explican los límites de los argumentos a favor de la ley sobre salud reproductiva desde un punto de vista científico o jurista, que defienden la posición de la Iglesia a favor de la vida”.

“En nuestras parroquias”, explicó “estamos promoviendo los programas que sostienen la familia y tenemos organizadores laicos comprometidos a educar la gente común sobre métodos naturales de regulación de la natalidad”, dijo el obispo.

Uno de los grandes desafíos que enfrenta la Iglesia en este país es el de las sectas. Muchas de ellas vienen de Norteamérica y crecen especialmente en las zonas periféricas de las grandes ciudades.

Por ello la Conferencia Episcopal Filipina ha establecido una comisión para el ecumenismo, para dialogar con los cristianos no católicos: “trabajamos juntos, especialmente en cuestiones sociales, como por ejemplo la reforma agraria”, dijo monseñor Odchimar.

Una Iglesia cuya historia comenzó en 1565 en con la llegada de los misioneros españoles que desembarcaron en Cebu, iniciaron un largo período de colonización y evangelización cuyos frutos hoy son los de una nación con una iglesia mayoritariamente católica, activa y dinámica.

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Entrevistas


Cardenal Damasceno: “la Providencia siempre nos sorprende” (II)
El arzobispo de Aparecida narra su vida
APARECIDA, jueves 25 de noviembre de 2010 (ZENIT.org) – Recién nombrado cardenal por Benedicto XVI durante el consistorio del pasado 20 de noviembre, monseñor Raymundo Damasceno Assis, de 73 años, arzobispo de Aparecida y presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latino-Americano), ha visto entrelazarse su vida con momentos importantes de la Iglesia y de la sociedad en las últimas décadas.

En esta segunda parte de la entrevista a ZENIT, habla de las Conferencias de Santo Domingo y de Aparecida, de cómo acogió el nombramiento como cardenal y de la acción de la providencia divina en su vida.

La primera parte de esta entrevista se publicó en el servicio del pasado martes 23 de noviembre de 2010.

- Llegar a un documento final en la Conferencia de Santo Domingo ¿también fue difícil?

Cardenal Damasceno: Si. En relación con la Cuarta Conferencia, lo que se discutía mucho y creó varios problemas fue la cuestión de la metodología. Ahí fue muy difícil, porque nosotros proponíamos el método “ver, juzgar y actuar”, que era el tradicional de las otras conferencias, pero había una cierta resistencia por parte de algunos.

O sea, algunos no querían un documento, que la Cuarta Conferencia no debería producir un documento. Había un cierto recelo en cuanto a la primera parte, el análisis de la realidad, porque se partía del presupuesto de que la conclusión dependía de ese análisis.

Pero los obispos al hacer el análisis de la realidad, no lo hacen como sociólogos, como economistas, como políticos, sino con ojos de pastores. Y siempre a la luz de la Palabra de Dios, del Magisterio de la Iglesia. Entonces se tiene una visión mucho más amplia de esa realidad. Y a partir de ahí se van a buscar también las respuestas a los grandes desafíos pastorales de la Iglesia en el mundo actual y en nuestro continente.

Todo eso impidió a la Conferencia avanzar lo más rápidamente posible, quizás hacer un trabajo mucho más fructífero, fecundo, si de hecho no hubiese una cierta resistencia, una cierta indecisión en cuanto al método y también en cuanto al Documento de Trabajo. No por parte del CELAM, que tenía claro el método, pues la conferencia había sido preparada dentro de esa metodología, sino que encontró una cierta resistencia por parte de algunos. Y por parte de algunos que tenían una responsabilidad mayor en la conducción de la conferencia. Esto atrasó los trabajos. Perdimos dos días, más o menos, en esa discusión estéril. Al final, se acabó volviendo nuevamente a la misma metodología.

Al analizar el documento de Santo Domingo, se encuentra, primero, una gran reproducción del Documento de Trabajo. Segundo, se encuentra también alguna contradicción. Por un lado, hubo algo queriendo evitar la metodología de “ver, juzgar y actuar”, pero como era una tradición nuestra trabajar dentro de esa metodología, no se consiguió evitarla totalmente. Y también se encuentran números en Santo Domingo que hacen una apología del método.

En el fondo, el documento vuelve a ese método, con sólo un añadido inicial de un texto del Magisterio de la Iglesia o de la Sagrada Escritura, y comienza con una profesión de fe cristológica. De cualquier manera, el documento de Santo Domingo sigue siendo muy citado, fue citado incluso por el Documento de Aparecida. Y tiene innovaciones, por ejemplo, la cuestión de la inculturación del Evangelio. Quien lee hoy el Documento de Santo Domingo ve un texto muy rico, que reafirmó las conferencias anteriores, incluyendo la opción preferencial por los pobres, no exclusiva ni excluyente. E insistía mucho en la trabajo de la Iglesia en el campo de la promoción humana.

Aquel fue un contexto muy diferente, por ejemplo, de la Conferencia de Aparecida. Había mucha más tensión en la Conferencia de Santo Domingo, ante todo por la propia situación de la ciudad, que nos ofrecía alojamientos muy confortables, pero la estructura para la realización de los trabajos era un poco deficiente.

Y sobre todo por el contexto en que la conferencia estaba siendo celebrada, dentro de los 500 años del descubrimiento de América. Se trata de un hecho histórico muy analizado desde los más diferentes aspectos y valorado de forma muy diferente. Positivamente por unos, muy negativamente por otros. En ese contexto se situaba la Cuarta Conferencia, aunque la preocupación no fuera el acontecimiento histórico en sí del descubrimiento de América, sino el trabajo evangelizador de la Iglesia, con sus luces y sombras, realizado en un período de 500 años.  

- Después de trabajar activamente en la Cuarta Conferencia del Episcopado Latino-Americano, usted hospedó la Quinta, la Conferencia de Aparecida, en 2007. ¿Cómo fue?

Cardenal Damasceno: La Conferencia de Aparecida se realizó en un clima muy tranquilo, de gran comunión entre los obispos, de mucha espiritualidad, por haber sido realizada en el Santuario, con la presencia de muchos peregrinos. Por primera vez, una conferencia se realizaba en un Santuario Nacional, un lugar con mucha visita de romeros, de peregrinos. Era una situación nueva. Los obispos tenían contacto con el pueblo, sobre todo los sábados y domingos, donde la presencia de los romeros es destacada. Las misas eran todas abiertas en el Santuario y transmitidas por los medios de comunicación social.

Fue un contexto muy diferente de las otras, que se realizaban en el interior de una institución, de un seminario. En Santo Domingo, fue en Casa San Pablo, que era la casa de los cursillistas; en Medellín, era el Seminario Mayor; en Puebla, era también el Seminario Mayor, por tanto, lugares aislados, cerrados. En cambio en Aparecida la conferencia se realizó en un Santuario, con sus celebraciones abiertas al público, todas retransmitidas. Todo eso creó un ambiente espiritual, de mucha piedad, de mucha oración, sin ningún contratiempo.

La Conferencia de Aparecida fue un verdadero acontecimiento, un Pentecostés para la Iglesia en América Latina. Los obispos vieron que no había ni documento de trabajo. Se llamaba Documento de Preparación. Se llegó sin ninguna decisión de hacer o no un documento. Pero el texto fue siendo gestado durante la conferencia, con la participación de todos. Después llegamos a la conclusión con ese documento bellísimo, inspirador, muy pastoral, dentro de nuestra realidad, y con un sello misionero muy fuerte. Y con un bellísimo, actual y válido para toda Iglesia y todo cristiano: discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en Él todos tengan vida, y vida en abundancia. No hubo ninguna otra “pega” en la Quinta Conferencia. Nosotros creamos una estructura que facilitó los trabajos. El Santo Padre fue acogido calurosamente, afectuosamente, alegremente por todos los peregrinos en Aparecida. Fue acogido aquí en el Seminario Mayor Bom Jesus con su comitiva, hospedado de una manera digna, pero sencilla, sobria, que agradó a todos. De modo que no hubo ningún “pero” en la Quinta Conferencia, tanto en su preparación como en su realización.

- ¿Cómo ha acogido usted el nombramiento para el cardenalato por Benedicto XVI?

Cardenal Damasceno: Veo en ese nombramiento del Papa primero una atención, un aprecio por la Iglesia de América Latina, siendo yo el presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latino-Americano). Es un aprecio a Brasil también, al Santuario, a Aparecida, porque Aparecida es representativa dentro del contexto religioso de Brasil. Aunque pequeña, es insigne y muy querida por los brasileños, por estar ahí el Santuario de su patrona.

Benedicto XVI es un Papa que está buscando el diálogo con el mundo moderno, diálogo de la fe con la razón. No debemos tener miedo ni encerrarnos en el interior de la Iglesia. Al contrario, tenemos que dialogar con ese mundo actual, en todos los ambientes, y dar nuestra contribución, anunciando y dando testimonio de los valores humanos y cristianos, en la sociedad de hoy, y asumiendo con espíritu critico lo que hay de positivo en las culturas modernas. Mostrar que la fe no es algo irracional, absurdo; sino que la fe, además de ser don de Dios, evidentemente se fundamenta en la racionalidad del hombre. El hombre cree porque es razonable creer, eso corresponde también a su estructura intelectual y a su apertura a la transcendencia.

- Al recordar su vida, ¿cómo ve en ella la mano de la Providencia?

Cardenal Damasceno: La Providencia siempre nos sorprende. Primero porque la gente no conoce el futuro. Por mi parte, confío en la providencia de Dios. Él siempre nos conduce, tiene sus planes en relación a cada uno de nosotros, para la humanidad. Corresponde a nosotros aceptar lo que sucede, con espíritu de fe, sabiendo que Él nos dirige.

Al presentársenos una misión, que no buscamos ni procuramos, sino que es fruto del designio de Dios y de su providencia, tenemos que confiar en su gracia y ayuda. Él nos va a ayudar a realizar la tarea para la cual nos llama. Dios no escoge a la persona en función de su preparación, cualificación. Él se puede servir evidentemente de eso. Pero cuando tiene sus proyectos, Él llama gratuitamente. Y da la gracia para que la persona realice esta misión. Así ha sido siempre en la historia de la salvación, con los profetas y en la historia de la Iglesia.

Lo importante es estar abierto, disponible para aceptar sus proyectos y designios. Procurar discernir cual es su voluntad, confiar en él, aceptar. Y buscar hacer de la mejor manera posible lo que Dios pide de nosotros en la misión que nos confía. Es con ese espíritu con el que yo encaro este nombramiento. Con mucha humildad. No por méritos propios, sino viendo que Dios tiene sus caminos. Si el Papa llama, entonces también Dios habla, a través de las mediaciones humanas, las que Él colocó al frente de su Iglesia. Una vez que la gente se dispone a servir a Dios, a servir a la Iglesia, desde la ordenación sacerdotal, no hay vuelta atrás. Es mirar siempre adelante y procurar servir de la mejor manera posible.

Por Alexandre Ribeiro, traducción del portugués por Inma Álvarez

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