22.11.10

Benedicto XVI

 

¿Qué ha dicho exactamente Benedicto XVI? Que si la sexualidad no actua en el marco del amor humano, cuantos menos efectos malos se produzcan mejor. Los efectos malos pueden incluir la transmisión de una enfermedad. Si el uso del preservativo en el uso de la sexualidad fuera del matrimonio, puede evitar la enfermedad, entonces es menos malo(justificable) que se use.

Concentrarse sólo en el preservativo quiere decir banalizar la sexualidad y esta banalización representa precisamente el motivo por el que muchas personas ya no ven en la sexualidad la expresión de su amor, sino sólo una especie de droga, que se suministran por su cuenta. Por este motivo, también la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad.

Puede haber casos justificados singulares, por ejemplo, cuando una prostituta utiliza un preservativo, y éste puede ser el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar de nuevo la conciencia sobre el hecho de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, este no es el verdadero modo para vencer la infección del VIH. Es verdaderamente necesaria una humanización de la sexualidad.

Estas palabras tienen varios aspectos a considerar:
 

  • No ha cambiado la enseñanza tradicional sobre el marco necesario del ejercicio de la sexualidad que es el matrimonio.
  • No ha cambiado la afirmación de que el uso del preservativo en la relación conyugal no está justificado.
  • Ha afirmado que el modo de vencer la pandemia del VIH es cambiar el modelo cultural de la sexualidad, lo cual no sólo no es favorecido por la divulgación de los preservativos, sino que más bien lo impide.
  • Que en los actuaciones concretas en este uso banal del sexo, puede ser mejor utilizar el preservativo algunas veces.

Lo novedoso

  • No es la enseñanza, puesto que se enseña así en todas las facultades serias de teología, y cualquier sacerdote bien formado podría decir lo mismo. (Ver la entrevista a Juan Antonio Reig en 2005)
  • Es novedoso que el Romano Pontífice, aunque sea en una entrevista, mencione este punto.